Por Sergio Rinaldi (Periodista Ambiental) / Coordinador General del «Taller de Comunicación Ambiental” (Rosario) 

BASURA CERO: IR MÁS ALLÁ DE LAS PLANTAS DE TRATAMIENTO…

Ante los recientes anuncios de la Municipalidad de Rosario de construir nuevas plantas de tratamiento de residuos, las organizaciones impulsoras del Proyecto ‘Servicio Público de Recuperación de Residuos Reciclables’ (Taller Ecologista, Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores, Movimiento de Trabajadores Excluidos y Grupo Obispo Angelelli) manifestaron la necesidad de revisar las prioridades en materia de gestión, profundizar la separación en origen y avanzar en serio en la integración de los cartoneros como parte de las estrategias de reciclaje.

 El día 3 de julio, la Municipalidad de Rosario anunció la construcción de cuatro grandes plantas de tratamiento con las que espera procesar “el 100% de la basura hacia 2020” y ponerse “a la vanguardia del país”. Dos de estas plantas están pensadas para procesar residuos sin separación previa, con una capacidad entre ambas de 400 toneladas por día, es decir la mitad de lo que se entierra actualmente en Ricardone. Además se proyecta que la ciudad envíe parte de sus residuos a la planta que se está construyendo en Villa Gobernador Gálvez de 150 toneladas por día, la cual también procesará basura mezclada. Las plantas anunciadas incorporarían a lo sumo 60 recuperadores informales como operarios.

La ordenanza Basura Cero aprobada en el año 2008 fijó el objetivo de llegar al año 2020 sin enterrar materiales reciclables u orgánicos. A su vez estableció, entre sus objetivos generales, incluir a los recuperadores urbanos o cartoneros.

Para este año la ordenanza fijó que se deberían reducir en un 50% los residuos enterrados, lo que significa menos de 350 toneladas diarias, meta que difícilmente se cumpla, ya que en 2016 se enterraron alrededor de 800 por día. “Lamentablemente en términos de los residuos enterrados estamos en una situación similar a cuando se aprobó la ordenanza, a pesar de las iniciativas desarrolladas por la Municipalidad”, resaltaron las organizaciones.

“Nuestro proyecto de ‘ Servicio Público de Recuperación de Residuos Reciclables ’, presentado recientemente en el Concejo Municipal, además de mejorar los niveles de reciclaje, busca poder avanzar concretamente en el objetivo de inclusión social trazado por la ordenanza Basura Cero, tomando como ejemplo las mejores experiencias de integración de cartoneros a los sistemas de reciclaje en América Latina. Paradójicamente en Rosario estos sectores han quedado afuera de las estrategias formales de reciclaje, cuando son los actores principales en todo este proceso, son los trabajadores que constituyen el primer eslabón en la cadena de reciclaje de materiales”, expresaron

las organizaciones.

“En los proyectos anunciados por la Municipalidad notamos una perspectiva restringida de inclusión, que se limita a proponer la integración de recuperadores informales en algunas de las plantas de tratamiento. En términos numéricos esto sólo alcanza a una pequeña fracción de los cartoneros de la ciudad. Nuestro planteo es contemplar estrategias de integración en todas las etapas del circuito de reciclaje”,  señalaron, explicando que dicho circuito comprende desde la recolección de materiales reciclables hasta su tratamiento y agregado de valor, y la participación en las estrategias de concientización para una correcta separación.

“Es imprescindible profundizar la separación en origen”

 

En relación a la recuperación de materiales en las plantas que operan con basura mezclada, las organizaciones subrayaron los límites que tienen este tipo de infraestructuras. Por un lado, en general se recupera una baja cantidad de materiales reciclables. Por ejemplo, según un informe presentado por la Municipalidad, en la planta de separación y compostaje de Bella Vista, de las 24.000 toneladas ingresadas en 2016, sólo se recuperaron 440 toneladas de reciclables, es decir un 2%. Por otro lado, señalaron que las experiencias existentes de plantas de este tipo muestran que la calidad del compost producido es muy inferior al que podría producirse con residuos orgánicos separados en origen, no recomendándose su uso en agricultura por los altos niveles de contaminantes.

En este sentido, destacaron que para lograr altos niveles de recuperación de materiales es imprescindible profundizar y extender la separación en origen. “En este punto reconocemos la iniciativa de Barrios Verdes lanzada este año como un buen paso en este sentido y esperamos que funcione correctamente y se sostenga en el tiempo”. En estos barrios se separan los residuos en orgánicos, reciclables y no recuperables con un calendario de recolección según diferentes días y sin uso de contenedores, modalidad que se conoce como Puerta a Puerta.

Para finalizar las organizaciones enfatizaron que el proyecto de ordenanza presentado por ellas tiene el doble objetivo de avanzar en sistemas de separación puerta a puerta y de inclusión de los cartoneros, lo cual significa ir mucho más allá de un abordaje centrado en tecnologías de tratamiento.

Adhesiones:

-Grupo Ecologista Génesis

-STS Rosario

-Voluntarios Greenpeace Rosario

-Taller de Comunicación Ambiental

 

 

NO A LOS RESIDUOS PELIGROSOS…

Puerto San Martín: “El incendio de PELCO y la permanente desprotección de los vecinos”.-

El reciente incendio de la empresa Pelco S. A. en Pto.  San Martín, que afectó a vecinos de los alrededores -quienes manifestaron problemas respiratorios, irritación en los ojos e inflamación en los labios-, nuevamente deja a la vista la desprotección de las comunidades frente a los intereses empresariales. Una realidad compleja frente a la hegemonía empresarial y la falta de políticas públicas en pos del derecho a la salud social y ambiental.

 Desde hace años el funcionamiento de la empresa PELCO S.A, afecta la calidad de vida de los vecinos, principalmente de los barrios San Sebastián, Iturralde y Fátima en Puerto San Martín, pero también de Timbúes, de los barrios Petrolera, Villa Adriana, Las Quintas, Gauchito Gil. Desde Taller Ecologista venimos acompañando la lucha vecinal, y esperando una solución definitiva que proteja el derecho a la salud social y ambiental.

Problemas en las vías respiratorias y en la piel, escasos controles del Estado, están entre los principales reclamos, a los cuales ahora se suma el incendio sucedido esta semana. El miércoles 19 de julio, alrededor de las 19 hs. los vecinos residentes más próximos a la empresa, escucharon explosiones  y posteriormente, el olor y el humo empezó a invadir sus hogares.

“No tardaron en llegar los problemas respiratorios, irritación en los ojos e inflamación en los labios, y el desconcierto de los vecinos sobre posibles planes de contingencia, frente a una empresa cuya actividad no está debidamente controlada como corresponde”, sostuvo Cecilia Bianco, coordinadora del área Tóxicos de Taller Ecologista.

“El reciente hecho pone de manifiesto, una vez más la permanente desprotección en la que están las comunidades, que desconocen cómo proceder en estos casos, y de la inexistencia de planes de contingencia que los involucre. En el momento muchos fueron al lugar del hecho, pero pagaron el precio de un gran malestar en su cuerpo”, agregó con preocupación y acompañando la lucha de los vecinos, que desde hace años buscan poner freno a la incineración de residuos peligrosos.

Una larga lista de tóxicos

La lista de las sustancias a incinerar por Pelco y autorizada por la provincia de Santa Fe, es larga, por ejemplo están los desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos; de la producción, la preparación y utilización de biocidas y productos fitosanitarios; desechos que contengan cianuros, resultantes del tratamiento térmico y las operaciones de temple, residuos alquitranados resultantes de la refinación, destilación o cualquier otro tratamiento pirolítico. Y como componente menor de una matriz: compuestos de cromo hexavalente, de cobre, de plomo. Y así sigue.

“¿Nos preguntamos qué respiraron los vecinos? Dado lo síntomas que estaban teniendo ¿Por qué nadie les dijo qué hacer? ¿Por qué el subdirector de policía no dio detalles del hecho a quienes lo consultaban? No se entiende el apego al secreto cuando se trata de sustancias químicas tóxicas”, continúa Cecilia Bianco.

Los vecinos, víctimas desde hace años del proceder de la empresa y de la escasa acción de las autoridades provinciales en materia ambiental, vienen denunciando las irregularidades en su funcionamiento: humo negro, humo que sale por otros lugares de la estructura del horno, además de la chimenea.

“El incendio de esta semana dejó en evidencia esta vetusta tecnología sumado a que la empresa tiene un desprecio por el mantenimiento y la capacitación de sus empleados, de otra manera estos incendios no ocurrirían”, señaló Bianco. Al tiempo que recordó que éste no es el único incendio registrado en la planta de Puerto General San Martín, ni en la que Pelco tiene en Rojas, partido de Tigre, Buenos Aires.

“Las autoridades le otorgan todas las oportunidades a la empresa, cuando en los pocos controles realizados se han encontrado problemas, permisivamente se le dio a Pelco todo el tiempo para solucionarlo. Además, no debemos olvidar que lamentablemente la provincia no realiza mediciones de emisiones ni de calidad de aire. Todo queda en manos de la empresa. Esta forma de gestión del ambiente por parte de la provincia ha fracasado. Los vecinos y vecinas, siguen siendo damnificados ante una empresa irresponsable y las autoridades provinciales serían cómplices”, subrayaron desde Taller Ecologista.

Incineración de residuos peligrosos

“La incineración de residuos peligrosos, se realiza en hornos y se pretende destruirlos por descomposición térmica.  Por este proceso, se generan gases de efecto invernadero y sustancias cancerígenas y disruptoras endocrinas como las dioxinas y los furanos. Emisiones que van acompañadas de material particulado y metales pesados”, recordó Cecilia Bianco.

“Existen numerosos estudios científicos que dan cuenta del impacto de los hornos incineradores sobre la salud de los trabajadores, por ejemplo a nivel de determinados tipos de cáncer. Los hornos además generan cenizas, que pueden llegar a representar aproximadamente,  el treinta por ciento del peso del residuo ingresado. También son tóxicas. Y hay que tener especial cuidado para su disposición porque son fácilmente dispersables. La incineración de residuos está propuesta como una solución, pero está claro que lejos está de serlo”, señaló Bianco, en el marco del incansable trabajo que a diario sostienen los vecinos y organizaciones buscando que los derechos a la salud y del ambiente tengan el mismo respeto que los derechos comerciales.

ALERTA: EL DESMONTE ATACA. DESTRUCCIÓN DE LOS BOSQUES EN EL NORTE ARGENTINO – PRIMER SEMESTRE 2017

 

En sólo seis meses se desmontaron en el norte del país más de 45 mil hectáreas. Casi la mitad de estos desmontes son ilegales y ocurren en zonas protegidas por la Ley de Bosques. Greenpeace lanzó un reciente informe donde a través de imágenes satelitales muestra el avance de la destrucción forestal.

“Se aplican multas a los infractores de la Ley de Bosques pero no son suficientes para desalentar el delito; en muchos casos es clara la complicidad de los funcionarios en la violación de la normativa legal”, explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. “Estamos pidiendo una Ley penal que sancione a los responsables de destruir los bosques nativos con penas de 2 a 10 años de prisión. Quienes destruyen los bosques no son empresarios, son delincuentes”.

Según un informe de la ONG que compara imágenes satelitales, la superficie desmontada entre enero y junio de 2017 en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco fue de 45.470 hectáreas. El 42%  ocurrió en áreas donde estaba prohibido.

Este semestre, el podio es para Chaco, con 17 mil hectáreas, 10 mil de ellas ilegales; Santiago del Estero con 13.707 hectáreas desmontadas, 8.083 hectáreas eran bosques protegidos; y Formosa con 7.754 hectáreas de bosques nativos, 136 hectáreas destruidas ilegalmente. Muy cerca está Salta, donde se deforestaron 7.009 hectáreas, de las cuales 678 hectáreas estaban protegidas.

Datos oficiales confirman que, desde la sanción de la Ley de Bosques (año 2007) hasta fines de 2016 se deforestaron 2,4 millones de hectáreas, de las cuales más de 750 mil eran bosques protegidos. Las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria (soja transgénica y ganadería intensiva) y los incendios.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 1990 y 2015: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300 mil  hectáreas al año.

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