Por Marcelo Agnoli                                                                                                                                                                             

                                                                                                       MARTIN BORMANN EL FHURER DE AMERICA DEL SUR.

La historia comienza al final de la misma, es decir, como expreso Fukuyama  el filosofo franco nipón que hablaba del “fin de la historia” pero uno no deja de sorprenderse cuando en realidad no hay un fin sino un principio del fin y me refiero precisamente como lo he comentado en capítulos anteriores que el papel del nazismo o mejor dicho, el socialismo patriótico que en  realidad eso fue el nazismo.  Uno piensa  que si existió  un peronismo de derecha también hubo uno de izquierda  y eso es lo que ocurrió en la Alemania de Hitler.

   Bueno  volviendo al  tema Bormann  veremos que el mismísimo Hitler designo  a un segundo Führer en  Sudamérica que controlara a los socios dentro del  PACTO DIABOLICO que iba más allá de la Argentina de Perón  con sus agentes encubiertos  donde había señores y mujeres cercanos al poder de los dictadores populistas fascistas.

 Bormann fue la conexión  de la red Odessa pero en su sede de Argentina más precisamente en Bs As y para ser más claro en el centro del poder de Perón. El fue el protagonista principal de esta trama diabólica donde vemos un Perón populista pero en realidad es un socialista patriótico para no decir un nacional socialista.

 En una entrevista realizada durante su exilio en España un periodista le pregunto a Perón lo siguiente…..”¿General que es el peronismo? Es una concepción fascista, nacionalista u populista…. El respondió con suma picardía…..Mire el movimiento  se lo puede calificar como un fascismo pero no lo es, también algunos dicen que es marxista y otros nacionalistas….. yo estuve en los años cuarenta en Italia y vi a Mussolini cuando arengaba  al pueblo desde el balcón  en Venecia, pero le puedo decir lo siguiente nuestro movimiento sería un socialismo nacional…..” y aquí está la repuesta a ese gran dilema, Perón estaba más del lado de Hitler y sus nazis que de la Italia de Mussolini.

 Bormann fue mal visto por la corte nazi  de Hitler, fue acumulando mucho poder en lo político y  en lo económico iba manejar los dineros del movimiento nazi haciendo pactos diabólicos fuera de Europa donde él tenía cierta injerencia con contacto de gobiernos sudamericanos. La fortuna hitleriana estaba asegurada, solo restaba hacer las transferencias   del gran tesoro monetario a través de vías oscuras dentro de personajes en las sombras como Perón y otros  para crear un 4to. Reich económico que nos domina hoy  dentro organizaciones monetarias como el FMI, G8 y otros.

 Este trabajo de Bormann fue determinante para  la continuación del nazismo en otra etapa hasta nuestro presente.

En la selva misionera, la vivienda de Martin Bormann se mantiene

Vivienda de Bormann. | Permanecía oculta en la selva en la zona del Teyú Cuaré y a unos 50 metros del río Paraná.

Dionisio “Tato” Cardozo de 75 años, cuenta que en su familia, gustaban mucho de la caza. Por eso, en una oportunidad, siendo él aún adolescente lo acompañó a su hermano hasta el interior de la selva. Estaban buscando con unos perros los rastros de un animal, cuando apareció desde la espesura un hombre y les exigió que se retiraran. Les dijo que en ese lugar “estaba prohibido permanecer”.
Más tarde Cardozo sabría que ese hombre, era la mano derecha de Martin Bormann. Y, que la prohibición corría allí porque se encontraban en inmediaciones a las viviendas construidas en el actual Parque Provincial del Teyú Cuaré, en San Ignacio.
Según recuerda Cardozo en otra ocasión conocería a fondo las dos viviendas que se encontraban ocultas en el monte. “No limpiaban el lugar, porque estaban ocultas las viviendas en el selva”, dijo a El Territorio.
Detalló que una de las viviendas era ocupada por Bormann y la otra, por sus colaboradores. Hasta ahora se observa, en una de las paredes que habría servido de sala, una gran cruz esvástica. Esta casa tiene además otras dos habitaciones y un baño con tina, que era abastecida por agua proveniente de dos pozos profundos, todo un lujo para la época.
Estiman que los dos hogares fueron construidos en la década del ’50, con piedras similares a las que se encuentran en las reducciones jesuíticas.
Otro antiguo poblador, Ricardo Cirilo Lezcano brindó a este matutino más detalles, de esta “famosa vivienda de Bormann” como lo recuerdan. Añadió la existencia de dos miradores, donde el lugarteniente de Hitler, acostumbraba a colocar vigías para controlar el movimiento del río.
En esto también coincide el guardaparques Norberto Olivera quien recogió testimonios de antiguos pobladores, allá por 1993. “Tenía unos miradores de piedras”, añadió.
Las viviendas están ahora ubicadas a unos 50 metros del río (por el avance de las aguas) y a pocos metros, la corredera del osununú y cerca del barco hundido, donde desembarcaban en el lugar. El sitio es estratégico, tanto por el acceso histórico de barcos al lugar, como porque permite avistar desde muchos kilómetros los movimientos en el río Paraná. Además, resultaba de difícil acceso para la época, ingresar por tierra al estar rodeado de la selva misionera.
En la actualidad, el principal camino a la vivienda es pasando por los controles de los guardaparques, quienes oficializaron con un cartel el trillo que conduce a la vivienda de Bormann para encaminar a los visitantes.

En carro
 Por aquella época llamaba la atención en el pueblo la aparición del caballo urbano, tipo zaino, con crin y cola casi blanca que tiraba de un carro.
Lezcano asegura que el propio Bormann solía usar el carro para hacer las compras en el pueblo y pagaba con monedas de oro. La presencia de Bormann en el lugar, según, aseguran los antiguos pobladores, también atrajo la atención de los buscadores de oro porque supuestamente el criminal nazi, depositó barriles de oro en inmediaciones a su vivienda.
También así, como aseguran que el ladero del Führer habría llegado durante el gobierno de Perón, de la misma manera se habría fugado al Paraguay con la caída del gobierno peronista.
Según el ex gendarme Tato Cardozo, Bormann fue ayudado a pasar al Paraguay por Cándido Díaz, quien a su vez le facilitó al nazi otro contacto que finalmente lo llevó en bote hacia el Paraguay. Cuando los efectivos de Gendarmería Nacional llegaron hasta el lugar y derribaron la puerta de la vivienda de Bormann, el jerarca ya habría cruzado al suelo guaraní.

Los misterios de la muerte
“Martin Bormann está vivo y goza de buena salud en Buenos Aires”, se decía en el país en los años ’60. Esto abonaba la idea de que el secretario personal de Hitler, buscó refugio en la Argentina.
Esto a partir de la posibilidad de que Bormann hubiese escapado de Alemania y se fugara a la región. Se habló como probables lugares de residencia o tránsito, tanto a Chile como Argentina, Brasil y Paraguay.
Sostienen que Bormann era tan importante para Hitler que en una oportunidad el Führer gritó: “Para ganar esta guerra, necesito a Bormann”.
Después del presunto suicidio  del máximo jerarca nazi ocurrido el 30 de abril de 1945, Bormann desapareció y dio comienzo a una de las más largas cacerías de nazis de la historia. Primero se dijo que se había fugado con los rusos y se encontraba trabajando para la inteligencia soviética o que se había escondido en un monasterio en Italia.
Mientras tanto, Bormann fue juzgado sin estar presente y condenado a muerte. En 1972, los obreros de una construcción en Berlín encontraron restos de dos esqueletos que mostraban una coloración rojiza, como las tierras que identifican a esta zona entre Misiones o Paraguay. Ello abonaba otro dato de la posible presencia de Bormann.
Luego de especularse con su muerte, por disposición de sus familiares en 1999, se realizaron pruebas de ADN a los restos encontrados en Berlín en 1972, confirmando que eran los de Bormann, poniendo así fin a parte del misterio. Pero aún queda abierta la duda de por qué sus restos poseían los rastros de tierra colorada, como la de Misiones.

Opiniones
“Bormann tenía unos miradores de piedra, desde donde ellos  vigilaban el río”.
Norberto Olivera
Guardaparques

“Bormann solía usar el carro para hacer las compras en el pueblo y pagaba con monedas de oro”.
Ricardo Cirilo Lezcano
Vecino de San Ignacio

“Estábamos cazando con mi hermano y apareció un hombre (que luego supimos era la mano derecha de Bormann) y nos dijo que estaba prohibido permanecer en ese lugar”.
Dionisio “Tato” Cardozo
Vecino de San Ignacio

Documentaciones
Respecto a la documentación para el ingreso de algunos jerarcas nazis a la Argentina, se sostiene que “la mayoría de los casos estudiados, llegaron con papeles de la Cruz Roja, con pasaportes de sus propios países o de otros”. Pero, desde la Ceana no descartan que algunos nazis hayan accedido a documentos argentinos, como se sostiene desde los medios sobre el arribo de Adolf Eichmann y Josef Mengele. Además se sabe que la Dirección de Migraciones durante el gobierno de Perón tenía “asesores informales”, quienes a su vez crearon la Sociedad Argentina para la Recepción de Europeos (Sare).  Esa entidad, reconocida por las autoridades de migraciones y, efectivamente recomendó el otorgamiento de permisos de libre desembarco a personas que tenían necesidad de abandonar Europa o que simplemente deseaban hacerlo, tal como también gestionaron organizaciones eclesiales, étnicas y de otra índole. Debe tenerse presente el proyecto de abrir la inmigración, en el marco del primer Plan Quinquenal que apuntaba a incorporar entre 1947 y 1951 a cuatro millones de inmigrantes. La limitada capacidad de Migraciones, en el puerto de Buenos Aires, también jugaba su papel para distinguir entre migrantes o prófugos, cuando se despachaban hasta mil expedientes por día. Se llegó a resolver 350.000 solicitudes de admisión en un año. Sumado a ello, la política migratoria de la Argentina, por entonces con numerosos vaivenes y desprolijidades.