EL ILUMINISMO ROBOTICO (SEGUNDA PARTE)

Las ideas de las conspiraciones son el rol principal de la historia donde vemos que muchos hechos fueron muy bien camuflados por elementos oscuros de gobiernos, democráticos, tiránicos u monárquicos. La realidad muestras que hasta hoy en el siglo XXI hay acontecimientos que van más allá de una realidad social a una virtual, con esto quiero decir, que hoy tenemos humanoides que remplazaran a los humanos en todas las áreas desde la fabril a la pública y privada, tenemos ahora también parte de las conspiraciones diabólicas la inteligencia artificial donde lo real pasa  al plano irreal, donde seres suplantadores de mentes cibernéticas cohabitaran con nuestra especie homo sapiens yo los llamaría los neo-nardenthal del siglo del iluminismo robótico.

En general siempre existieron conspiraciones muy bien elaboradas que cambiaron en más de una ocasión el curso de la historia humana, en esta ocasión hablaremos de otras conspiraciones diabólicas pasando por la Rusia zarista y el antisemitismo hasta la sociedades secretas y muy secretas que maquinaron planes tan siniestros como en la película Código Da Vince del escritor Dan Brown donde unos conspiremaniacos planeaban derrumbar el mito del catolicismo oscuro donde los iluminatis eran el eje mal. Bueno ahora espero mis queridos lectores que viajen una vez más por los laberintos del tiempo perdido y actualizado digno de una obra de Marcel Proust.

CUARTA ESCENA (DE LA RUSIA ZARISTA A LA TEORIA DEL ANTISEMITISMO)

Muchos fueron los errores que cometió el zar Nicolás II, pero todos los pagó el día que fue acribillado a balazos junto a su familia en el sótano de la Casa Ipatiev de Ekaterimburgo, el 17 de julio de 1918. También su abuelo Alejandro II, menos brutal que sus antepasados, fue asesinado en 1881, tras haber salido ileso de dos atentados, por el desafecto de su pueblo. Los revolucionarios intentaron asimismo asesinar a su hijo Alejandro III en 1887, pero sobrevivió. Su nieto, Nicolás II, y su familia no tuvieron tanta suerte. Su asesinato afianzó el proceso revolucionario en Rusia, y pasarían a la historia como la última familia imperial.

Años antes, la policía secreta del zar trató de fomentar el odio hacia los judíos filtrando un texto titulado Protocolos de los Sabios de Sión. Aquel embuste transcribía unas supuestas reuniones de prohombres hebreos que urdían una conspiración para controlar a los masones y a los movimientos comunistas, con el objetivo de gobernar el mundo. El régimen nazi, cuyo andamiaje estaba basado en teorías de la conspiración, utilizó aquel texto apócrifo como un elemento más en su brutal represión contra el pueblo judío.

QUINTA ESCENA (EL ORIGEN DE LAS SOCIEDADES SECRETAS)

LOS PRIMEROS TIEMPOS

Evocar hoy a las sociedades secretas nos hace pensar en extraños grupos de exóticas reglas y finalidades siniestras. Lo curioso es que algunas de las principales organizaciones reconocidas e  institucionalizadas de nuestro mundo actual en su día se iniciaron o subsistieron como sociedades secretas.

El cristianismo, tras la ejecución de Jesucristo, se refugió en la clandestinidad para sobrevivir a la persecución romana: los nuevos miembros tenían que someterse a pruebas de fe para ser admitidos y las ceremonias estaban vetadas a los extraños. De esta forma subrepticia lograron sobrevivir y extenderse por el Mediterráneo, llegando a la mismísima Roma. Allí, en la capital del Imperio que había acabado con sus líder, su funcionamiento confidencial hizo que se los considerase una sociedad secreta y se rumorease que comían carne humana («el cuerpo y la sangre de Cristo»), practicaban incesto  (por llamarse «hermano» y «hermana») y se entregaban a orgías (por sus ritos celebración del amor); una demonización similar a la que luego practicarían los propios cristianos con los cátaros y los masones.

Históricamente, la fascinación que producen sociedades secretas se debe a que monopolizan la información y el conocimiento. Así como hoy se llama a «liberar el conocimiento» y hacerlo gratuito, en los albores de la historia el saber era, de forma opuesta, un patrimonio celosamente custodiado, el alcance de muy pocos.

EL SECTARISMO DE LOS ASESINOS

El cristianismo, que por obligación había tenido que ser una sociedad secreta, se empeñaría después en evitar que esos colectivos ocultos mencionados anteriormente desafiasen su poder. Los jerarcas de la fe se emplearon a fondo contra la tradición del saber oculto, habitual en tantas religiones, los druidas celtas. Todas las agrupaciones encubiertas o alternativas presentes en la época medieval serían perseguidas a muerte: desde las brujas hasta los cátaros y, por supuesto, los practicantes clandestinos de cualquier otra doctrina, todos fueron eliminados. Así, las prácticas secretas se cortaron de raíz mediante la persecución institucionalizada.

Pero los grupos sectarios con reglas exclusivas y ocultas no fueron una exclusiva de la cristiandad. En el mundo musulmán, a partir del siglo X surgieron en Irán y Siria los nizaríes, partidarios de la rama ismaelita de la fe mahometana también llamados  hachichines o hashishin,  de donde procede el nombre por el que son más conocidos: la secta de los asesinos. Esto era porque se especializaban en captar adeptos que estuvieran dispuestos a matar a quien se les ordenara sin cuestionar su misión, por muy suicida que resultase.

Marco Polo, en su camino hacia China, conoció a los nizariés en la fortaleza de Alamut, su principal bastión en el norte de Irán, junto al mar Caspio, donde los lideraba Hassan i Sabbah, llamado el Viejo de la Montaña. El viajero veneciano obtuvo información de los métodos de este líder radical para reclutar nuevos seguidores: «Los introducían entonces en el jardín, de cuatro en cuatro, de seis en seis o de diez en diez, después de haberles hecho beber cierto brebaje que les causaban un profundo sueño; en este estado él los hacía conducir dentro del jardín, donde, al despertarse y verse en sitio tan  florido y ameno, creían estar en el verdadero Paraíso. Damas y damiselas los esperaban para divertirse con ellos, con gran alegría de su corazón. De esta suerte,  cuando el Viejo quería asesinar a un príncipe, decía a uno cualquiera de estos muchachos: vete y mátalo y, cuando vuelvas, mis ángeles te traerán al Paraíso».

Con estos jóvenes cegados por la promesa de un maravilloso Paraíso y dispuestos a hacer lo que fuera para conseguirlo, el Viejo de la Montaña impuso un reinado de terror contra sus enemigos, que se arriesgaban sufrir terribles atentados. Esta metodología secretista, sectaria y violenta es considerada hoy por algunos historiadores como antecedente directo del radicalismo yihadista del ISIS, el Estado Islámico.