En una entrevista con el antropólogo Germán Giordano, director del proyecto de investigación “Entornos de Melincué”, nos informamos de lo siguiente: Suponemos que los restos que encontramos son del segundo asentamiento del Fortín Melincué, el primero fue de alrededor de 1779 y éste sería el segundo. Cotejamos los datos históricos de Félix de Azara y datos de Luis de la Cruz, quien plantea que en 1806 esa zona ya estaba inundada y destruida por la laguna, pero que existía una calle de por medio entre el Fortín Melincué que estaba más sobre la orilla y detrás de esa calle había una capilla con techos de tejas coloniales que estaba sobreelevada, por sobre una loma y con orientación sur/ norte, con la entrada por el norte y se calculaba que en un espacio vacío más hacia el norte había un sitio que podría haber sido la plaza del mismo asentamiento.

Sobre estos datos el historiador de Rufino, Norberto Moyo aventuró el diseño de un planito sobre el cual estamos cotejando la evidencia arqueológica relevada. Las calles corrían de este a oeste y la iglesia está construida al oeste del fortín y calle por medio del mismo.

El verdadero plano del Fortín Melincué, el original, estaba en el Archivo General de la Nación pero se perdió, así que no lo tenemos. Encontramos algunos restos de postes de ñandubay que eran del cerco del fortín, que tenía una fosa perimetral importante, además de la torre del mirador, pero ya muy sobre la laguna y no podemos calcular, por lo poco que encontramos ahí, el tamaño de la planta que tenía esta estructura. Sí se preservó la capilla porque tal cual dice Luis de la Cruz está sobre elevada de la costa de la laguna, como por sobre una loma y allí encontramos los cimientos de la antigua iglesia, excavamos los cimientos de un metro que están en perfecto estado, con ladrillos coloniales de inmejorable confección que tienen alrededor de 40 cm. por 20. También encontramos una teja entera de muy buena factura y restos de tejas coloniales muy grandes, las originales del techo de la iglesia.

La planta de la capilla o iglesia es de 16 m. por 7 m. muros afuera y de 15 m. por 5, 50 metros muros adentro. Dentro de esa planta encontramos en la primera excavación (hicimos hasta ahora dos excavaciones, tenemos programada una tercera para el mes de marzo de 2023) cinco cuerpos enterrados y en la segunda excavación 25 cuerpos más. Hay cinco cuerpos de niños de entre 3 y 10 años aproximadamente y un hombre y una mujer que fueron enterrados juntos.

Los cuerpos pertenecen a criollos, eran habitantes del pueblo o el fortín. Eran usuales los entierros de los habitantes más importantes en la iglesia. Tenemos que cotejar datos con los libros de la iglesia de aquella época que se hayan conservado. Llama la atención que el estado de conservación de los esqueletos es perfecto. No tienen ningún tipo de traumatismo ni daño. Hay cuerpos que están enterrados juntos con muerte reciente, lo cual nos plantea muchas dudas. No encontramos ningún resto de ningún objeto, ni prenda textil ni cacharros ni utensilios, salvo un botón de metal todo oxidado. Eso es demasiado raro, aparte de la cantidad de cuerpos, lo cual nos hace plantearnos la hipótesis de alguna peste, sobre todo por la falta de restos textiles, joyas u objetos personales en esos entierros.

Al respecto de las pestes, hubo un brote de cólera en 1866 que fue fulminante en la zona y en 1871 una epidemia de fiebre amarilla que es la recidiva de las tropas que fueron al frente en la guerra de la triple alianza contra el Paraguay. De todos modos se sabe que a partir del año 1870 ya se empieza a enterrar oficialmente en donde ahora está instalado el cementerio de la localidad de Melincué. Se sabe que hacia 1865 se trasladó el fuerte hacia donde está el mangrullo ahora, declarado monumento histórico nacional.

Es inmejorable el estado en que se han conservado los restos óseos y además es de destacar dos cosas: los adultos eran altos, muy altos, entre 1,63 y 1,80 pero hay un cuerpo que tiene alrededor de dos metros. Las dentaduras están casi perfectas, hay un cuerpo que le falta un molar, pero el resto es asombroso. Por el otro lado han enterrado, niños, mujeres, ancianos y adultos todos juntos. También asombra que cimientos adentro de la antigua iglesia lo único que hay son restos humanos. No encontramos ninguna otra cosa.

Sí hemos encontrado, por la impresionante bajante existente en toda la laguna Melincué, laguna adentro, multitud de objetos que calculamos que tienen 5.000 o 6.000 años de antigüedad por lo menos. Hemos mandado a analizar algunos restos al laboratorio de La Plata pero todavía no nos han dado los resultados. Es para que les hagan las pruebas de Carbono 14 para datar la edad de esos restos, pero esas pruebas ya no sirven para después de 1870 y calculamos que todos los restos encontrados en la iglesia son de alrededor de esa época.

Laguna adentro encontramos una bayoneta de arma larga, dos balas de mosquete de 16 mm. cada una en perfecto estado de conservación, una punta de flecha que es hermosa, muy bien hecha, brazos de morteros de moler, un montón, muchos restos de cerámica, restos óseos, humanos y de animales, sobre todo de guanacos, un mortero completo, varios medallones de piedra perforados para colgar sobre el pecho (antigualichos).

Nos ayudan y colaboran mucho los vecinos, pero ahí hay trabajo para excavar durante 20 años más. Es impresionante todo lo que está saliendo del suelo de la laguna y alrededores por la bajante impresionante en que está la misma laguna desde hace un par de años atrás.

Hay que pensar que toda esa zona siempre estuvo con mucha agua y en donde aparecieron los restos de la iglesia y el fortín es una zona más cerca del pueblo de Elortondo, un lugar en el que los dos clubes de Elortondo habían hecho balnearios para sus socios. Donde está instalado el fuerte y la capilla es propiedad privada, después como todo eso se inundó muchísimo esa zona se abandonó. O sea que hay que pensar que mucho se perdió en este trajín continuo que sobre el lugar hacían lanchas, autos, caballos y personas. Fue un lugar muy transitado en una época muy turística.

El proyecto de exploración e investigación nació entre gente del Museo Provincial Ángel Gallardo y gente de la Escuela de Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, Germán Giordano es originario de la localidad de Hughes y empezó con el proyecto “Entornos de Hughes”, el cual se trasladó luego al proyecto “Entornos de Melincué”. El proyecto está sobreviviendo por distintas vías, en parte por aportes de la Universidad, de la Provincia de Santa Fe, de intendentes de las localidades de Melincué, Elortondo, Labordeboy y Hughes, que son los pueblos más cercanos a las orillas de la laguna y en parte por subsidios de políticos de la zona. No tiene hasta ahora aportes fijos nacionales ni internacionales.

La idea es que las localidades se queden con todo lo que vamos encontrando, eso forma parte del patrimonio de esa región, pero también queremos cotejar la evidencia arqueológica relevada para reconstruir la historia de esa zona. Fue zona de frontera entre indios y blancos y territorio de conquistas permanentes. Primero habitada por querandíes, luego por ranqueles, después mapuches y finalmente mocovíes. Eso respecto de los pueblos originarios del lugar, independientemente de la llegada de los conquistadores españoles, los criollos y los esclavos negros a esa zona.

La idea de los españoles fue, en principio, reconstruir el fuerte de India Muerta (lo que hoy es Máximo Paz) que había sido destruido por los indios y cuando las tropas de la conquista pasan por el lugar cambian de idea y terminan construyendo el fortín en Melincué (1779).

Queremos ser lo más respetuosos posible con los restos humanos encontrados, los de la iglesia y los de laguna adentro (probablemente restos de pueblos originarios) y es posible relevar numerosos restos y objetos en la amplitud de hectáreas que abarca la laguna, pasa que recién ahora, con esta bajante, hay cosas que están empezando a discernirse.

Somos un equipo de investigación de alrededor de 20 personas, casi todos antropólogos o estudiantes de antropología y nos hace muy feliz este descubrimiento porque es el principio de un gran, de un enorme trabajo a realizar más adelante.