– En Poesía Reunida (Ediciones En Danza, 2019) hacés un trabajo de exploración muy intenso sobre los usos del lenguaje oral y lo discursivo ¿Cómo nace esta propuesta?

   Poesía reunida reúne poemas escritos a lo largo de cuarenta años. Me asombra incluso a mímisma, la persistencia de ciertas preocupaciones o intereses a lo largo de décadas, la oralidad y las relaciones entre lo conversacional y lo escrito, entre lo popular y lo culto (dicho todo esto entre comillas), las distintas formas que toma la lengua, las voces…, están, se mantienen, a lo largo de todo ese recorrido, también en mis cuentos y novelas. Tal vez tenga que ver con mi temprana atención a/ fascinación por los relatos familiares, pueblerinos, a la inquietud y la atracción que siempre me provocaron las formas soterradas de comunicación, el rumor, el susurro, la confesión, las distintas hablas que se enlazan con cuestiones geográficas, microculturales, sociales, familiares, etarias, de género.

–He visto esa profundidad del lenguaje oral en la gran narrativa latinoamericana, en autores como Rulfo, Arguedas, Giardinelli, Fuentes, Onetti, Cortázar, pero nunca lo había visto en poesía, ¿qué libros de poesía o autores funcionaron como antecedentes para que desarrollaras esta inquietud?

No sabría decirlo exactamente, sí que hay poetas (Cesare Pavese/Eugenio Montale/ Circe Maia/ Beatriz Vallejos/ Diana Bellessi/ Rodolfo Godino/ Adelia Prado/ Sharon Olds/ Mary Oliver/ Carver/ GlauceBaldovin/ Charles Simic/ Edith Vera/ Alejandro Schmidt), por nombrar solo algunos que he leído mucho, a los que vuelvo seguido. Pero son muy diversos y no sabría decir si funcionaron o no como antecedente y en todo caso, en qué influyeron si es que influyeron. Yo me siento en un cruce entre la poesía social/conversacional de los Sesenta, la poesía neorromántica de los Cuarenta/ el objetivismo de los Noventa/ también cierta poesía del realismo sucioy mucho del cancionero popular, los poetas del tango, del folclore, del rock, en fin, ¡un mejunje, como se puede ver!

– En los entramados discursivos que investigás, sobresale la sororidad entre poetas (Beatriz Vallejos y vos, por ejemplo) y en el vínculo madre-hija, atravesada por el desgaste de las conexiones neuronales y la pérdida de memoria propia del deterioro por el paso de los años. ¿Creés que la transmisión del lenguaje es propia del género femenino (sobreentendido en el concepto de lengua-madre) o más bien sociocomunitaria y/o familiar?

Sin duda se alimenta de ambas vertientes, pero el traspaso entre mujeres tiene mucha potencia y en mi caso personal, lo ha sido intensamente. Un traspaso amoroso y desmañado, informal, muy deseante.

– ¿Cómo nace la idea de hacer un libro de poemas con recetas de cocina?

Fue en un momento en que mis hijas eran chicas, un verano en el que les enseñé a cocinar comidas que había aprendido de mi madre y de mi abuela.

– ¿Considerás que las recetas de cocina, al igual que la lengua materna, forman parte de la herencia cultural que exclusivamente transmiten las mujeres de la familia? ¿O creés que los hombres también las transmiten y son capaces de abrevar en ellas?

Forman parte de la herencia, absolutamente. Por supuesto, también los hombres las trasmiten, no creo que sea un lugar exclusivo de las mujeres, pero sí que es un lugar frecuente de complicidad entre mujeres.

– ¿Considerás que el empoderamiento del género femenino es propio de esta     coyuntura epocal o que siempre existieron mujeres muy empoderadas, lo que pasa es que antes no llegaban a tener tanta prensa?

Sí, siempre existieron, claro, de hecho vengo yo de esas mujeres, mis abuelas, mi suegra, ellas sin duda, de modos diversos, a veces incluso muy conservadores en otros aspectos, y de un modo muy distinto -más complejo, másdisidente, más rebelde- también mi madre, pero el grueso estaban mucho más que ahora entregadas socialmente al sometimiento, aunque todas las personas – no solo las mujeres- tenemos zonas de poderío y de sometimiento al mismo tiempo, con predominancia de unos aspectos sobre otros según las circunstancias y el grado de conciencia. Sin duda que el feminismo está permitiendo con sus luchas una vida distinta para muchas de nosotras y está posibilitando que se visibilicen mucha riqueza y muchas situaciones dolorosas que estaban sumergidas.

María Teresa Andruetto: Nació en Arroyo Cabral, Córdoba en1954. Vive en Unquillo desde hace más de 20 años. Es licenciada en letras por la Universidad de Córdoba. Autora de cuentos, novelas y poesía. Especializada en literatura infantil es la primera autora en lengua española en haber ganado el Premio Hans Cristian Andersen (el Nobel de literatura infantil) en 2012, en Suecia. Es autora de Lengua Madre (novela finalista premio Clarín) y La mujer en cuestión. Es directora de una editorial especializada en literatura infantil y juvenil, formadora de hábitos lectores en docentes y alumnos, conferencista internacional, tiene una columna semanal en radio desde hace más de 20 años, codirige la colección Narradoras en la Universidad de Villa María, es profesora de la Maestría en Escritura en la Universidad de 3 de Febrero. Su obra indaga la tensión entre lo estético y lo político tanto en literatura para niños como para adultos y su obra interpela las diversas escuchas que indagan sobre la construcción de la identidad y la memoria colectiva.