Por Mariana Miranda, Psicóloga/Escritora

    En la Documenta 14, muestra mundial de arte contemporáneo que se realiza cada cinco años en la ciudad alemana de Kassell, se expondrá  en el mes de julio de este año la obra completa de la ilustradora Tom Seidman Freud, sobrina del célebre padre del Psicoanálisis.  La exposición está en Grimmwelt, el fabuloso centro de arte dedicado a la vida y a la obra de los célebres hermanos Grimm. También se considerarán allí distintos aspectos tanto de su biografía personal como los vaivenes que tuvo su obra plástica. Tom Freud, se llamó en realidad, Martha Gertrud Freud y era Freud de apellido por ambos padres: era hija de una hermana de Sigmund Freud que a la vez se había casado con un primo lejano también apellidado Freud.

    Martha Gertrud Freud eligió llamarse Tom a secas (luego se agrega Seidman que fuera el apellido del que fue su marido) ya que “no quería que su género fuera un obstáculo para su carrera” y empieza a publicar sus primeros poemas a los quince años y andaba por ambientes intelectuales ya a esa edad vestida de hombre. Sus padres tuvieron dos hermanas más  y un hermano varón, el más chico, al que ella siempre estuvo muy unida. Eran una familia judía burguesa.  Nació en Viena, Austria en 1892. Pasó paulatinamente de la literatura a la plástica. Descolló como ilustradora de cuentos para niños. Con su nombre literario firmó toda su obra.

    Toda la familia de Tom se muda a Berlín cuando ella tenía 15 años, allí empieza a frecuentar ambientes intelectuales y logra sus primeras publicaciones. A los 19 años se va a Londres con su padre a estudiar arte. De esa época son sus dos primeros libros infantiles ilustrados: “La pequeña nube” y “El jardín del dolor”. Vuelve a Berlín y allí estudia diseño gráfico, pintura decorativa, dibujo, tallado en piedra y repujado en cobre en la Escuela del Museo Real de Artes Aplicadas y se dedicó al “estilo joven” o Judenstil, nombre que se le dio en Alemania a una variante nacional del “Art Nouveau”.

    Cuando termina la Primera Guerra Mundial se muda con su hermana Lily quien era actriz y estaba casada con un actor en  Munich. El filósofo Scholem que era su amigo la describe en su autobiografía como “pintorescamente fea“  y a la vez “genial” y también relata que no comía nunca y se consumía en cigarrillos que fumaba continuamente sin parar. Tom se casa en con Yankel  Seidman en 1921y con él tiene una sola hija: Ángela. Juntos el matrimonio emprende la aventura editorial fundando Peregrin, una editorial específica de obras para niños. “El viaje del pez” es el primer libro que editan en donde ella hace la narración y a la vez las ilustraciones: el libro narra la historia de un niño que sueña con un pez que lo lleva hacia el fondo del mar y viaja con él hasta un mundo submarino en donde los humanos se amaban todos y no había ni guerra ni pobreza ni tampoco odios ni hambre. Ese libro ella lo dedica a su hermano Theodor, quien murió ahogado en 1923. Si bien el libro fue un éxito de ventas, dicen los biógrafos que ella jamás pudo recuperarse de esa pérdida.

    El mismo año que publican “El viaje del pez” el matrimonio conoce al escritor y traductor Jaim Najman Bialik del cual se hacen muy amigos asociándose los tres, al año siguiente en un proyecto editorial de envergadura que fue la editorial Orphir. Se plantean traducir al hebreo cuentos ilustrados para niños para que los niños hebreos puedan leer los mejores cuentos traducidos en su idioma. Los títulos del catálogo abarcaron los cuentos de los Hermanos Andersen y los cuentos de los Hermanos Grimm, además de los cuentos de hadas más famosos de autores anónimos. Todas las ilustraciones las hizo Tom. Allí cambia su estilo y pasa a dibujar según los criterios de la Nueva Objetividad (que era el arte moderno imperante en la República de Weimar), con líneas más geométricas, tonos más claros y colores más transparentes.

      Las ediciones recibieron múltiples elogios y fueron exitosamente vendidas. Sin embargo, debido a la crisis económica imperante, la editorial va a la quiebra en 1928. Al año de cerrarla, en 1929, Yankel, el marido de Martha se suicida. Ángela, la hija de ambos, tenía para ese entonces seis años. Tom se refugió en su dolor y no pudo dibujar más: se consume en cigarrillos y deja de comer. A los cuatro meses de la muerte de su marido se suicida con pastillas. Su marido se había ahorcado. Tom fallece el 7 de febrero de 1930 en Berlín. El 18 de febrero Sigmund Freud va a hablar con el albacea del matrimonio para definir el destino de Ángela, la hija del matrimonio que había quedado huérfana. Tom dejó expresas instrucciones a su albacea, antes de su suicidio,  de que nunca la adoptara  Anna Freud (hija de Sigmund y también psicoanalista) y que nunca fuera tratada por el Psicoanálisis. A Ángela la crían unos tíos. Toda la obra de Tom, bocetos, ilustraciones, notas, las guarda su hermana Lily y quedan en un cofre cerrado que ella supo guardar muy bien.

    Cuando llega el III Reich y el antisemitismo que ya estaba en germen desde hacía rato pero que se había desarrollado alarmantemente en los últimos tiempos, la mayoría de la obra de esta autora, incluso la mayoría de los libros editados y publicados por autores y/o editores judíos fueron quemados en grandes hogueras.

    La obra judía desapareció de la circulación pública. La madre de Tom y varios hermanos de Tom y de Freud murieron en los campos de concentración del régimen nazi. La familia Freud, que era muy grande, bien burguesa, y muy intelectual se dispersa por el mundo para poder salvar la vida.  Es cuando Freud  se refugia  con Anna en Londres y muere finalmente en el exilio.

    En 1978 se produce el fallecimiento de Lily y con él la caja sellada con toda la obra de Tom que ella pudo salvar llega a manos de Ángela, quien estaba viviendo en Israel y ya se había casado.

    Ángela se encarga hasta el año en que muere que es el 2011 en divulgar y difundir la obra artística de su madre, así como también los avatares ciertos de una vida no muy feliz. Hoy son sus tres nietos quienes siguen con la tarea de difundir por el mundo la vida y la obra de su abuela que se llamó Martha pero que siempre se hizo llamar Tom y así firmo toda su producción artística, la  extraordinaria creación  de alguien que a los 37 años decidió no vivir más. Sus dibujos ahora cotizan en azta y son buscados por artistas y coleccionistas de culto: después de 50 años de estar entre las sombras todos podemos admirar la belleza y la inocencia de ese mundo mágico  al  que los dibujos de Tom nos llevan. En Tel Aviv por ejemplo, hace algunos años, la municipalidad editaba y le regalaba a cada niño que nacía un libro con canciones infantiles y de cuna escrito por Bialik e ilustrado por Tom Seidman-Freud.

    A pesar de los suicidios, la locura familiar, el nazismo, las guerras y las crisis económicas, ese tesoro de colores escondido tan celosamente durante tantos años puede salir a la luz  para asombrarnos a todos y llevarnos al maravilloso mundo mágico de los cuentos para niños….