Son fotografías con imágenes de platos realizados por emigrantes italianos.
En el salón “Puerto Argentino” en la planta baja del Concejo Municipal, quedó habilitada en la tarde noche de ayer, jueves 7 de noviembre, la muestra “Las Historias de las raíces. Recetas de los emigrantes italianos”, en el marco de la Semana de la Cocina Italiana en el mundo.
Componen la muestra fotografías que reproducen platos creados en distintos lugares del mundo por emigrantes italianos, como la fugazzeta, creada en la Argentina.
Lacroix, Ferrero, Bocchi
Presentó la exposición el director de Relaciones Institucionales del Concejo, Guillermo Lacroix, quien tras agradecer la presencia de los asistentes al acto transmitió un saludo de la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, y de la titular del Foro de Colectividades, Verónica Irizar.
De igual modo resaltó “este crisol culinario” respecto a la comida italiana en Rosario y el mundo.
Fue luego el turno de la secretaria de Igualdad, Género y Derechos Humanos municipal, Mónica Ferrero, quien agradeció al Concejo por la posibilidad de “albergar y organizar esta muestra” junto al Consulado General de Italia en Rosario.
Aludió asimismo a la colectividad italiana en Rosario, “de la que me siento parte”, para destacar esta “muestra de la cultura italiana y un punto sensible como es la comida”, para mencionar luego la cercanía del Concejo con el predio donde hoy se inaugura en su 40º edición la Fiesta Nacional de Colectividades, de la que recordó fueron esenciales las colectividades de España e Italia para mostrar “sus danzas, sus músicas y su gastronomía”.
Por último el cónsul general de Italia en Rosario, Marco Bocchi, agradeció al Concejo, a su presidenta, “que siempre nos acompaña” y sobre la muestra destacó que “es una propuesta de la Semana de la Cocina Italiana el mundo”.
Explicó luego en detalle la exposición el representante diplomático, quien indicó que la muestra refiere a la “historia de las raíces” del surgimiento de comidas de los italianos que emigraron y que con los ingredientes de cada lugar adaptaron las comidas, para hacer referencia, por ejemplo, en el caso de la Argentina, a la fugazzeta, pero también en otros países tales como Estados Unidos, Francia, Bélgica, Australia o Brasil.
Consignó también “la posibilidad de conocer la Italia rural” a través de esas “fotografías de platos”, respecto a las cuales dijo que se renovarán, dado que en 4 ó 5 días, serán otras las imágenes de platos que se expondrán el salón “Puerto Argentino”, entre las 8 y las 16, y por ejemplo mencionó a “los sorrentinos”.

Algo más sobre la muestra
Acompaña la exposición un texto escrito por Massimo Montanari sobre “La esencia del espíritu italiano en 14 platos”, entre finales del siglo XIX y los años setenta del siglo XX.
“Lejos de su país, los italianos se reúnen, se relacionan y fusionan sus cosas. En la milanesa a la napolitana de Buenos Aires, el norte se encuentra con el sur: la milanesa lleva salsa de tomate (y oréganos y mozzarella que recuerdan a la pizza). Al otro lado del océano para seguir sintiéndose italianos, inventan soluciones nuevas que mantienen unidos alimentos y sabores diferentes, ciudades y tierras lejanas, reproduciendo conocimientos y métodos que saben desde hace siglos.
“La cocina italiana está acostumbrada desde siempre, desde que existe, es decir, al menos desde la Edad Media, mucho antes de que el país existiese como unidad política a relacionar experiencias, a combinar productos, recetas y sabores, sin limitarse a agregarlos, sino a multiplicarlos, dando lugar así a una extraordinaria riqueza colectiva. ¿Los espaguetis de Nápoles no se han acompañado igualmente de un (aparentemente) inexplicable ragú ‘a la bolognesa.
“Esos espaguetis de Nápoles con ragú a la bolognesa fueron a finales del siglo XIX una fantástica invención piamontesa, para crear un plato estrella de la Italia unidad: pasta del sur y condimento del norte. Desde Turín, patria de la unidad nacional italiana, aquél plato dio vuelta a Italia y después al mundo hasta Australia.
“Quiero decir que las fusiones no pertenecen solo a la cocina de los migrantes, sino que son una parte esencial de la cocina italiana, que mágicamente sabe transformar lo local en colectivo. Por ello, la milanesa a la napolitana, el Chicken parmesas estadounidense, loa Aussie spag bol australianos y el resto de los platos de la muestra no se deben interpretar como invenciones extravagantes de los italianos en el mundo, sino como una auténtica quinta esencia de los italianos en el mundo”.