“La gente habla del “New York Times” y no se da cuenta que la proeza es “El Vecino”. Ese si es un fenómeno editorial”, nos dijo alguna vez Roberto Fontanarrosa, el más rosarino de los argentinos, el más argentino de los rosarinos.

 

Su reflexión no solamente estaba cargada de afecto y reconocimiento a la épica que supone mantener una revista en la ex ciudad obrera durante tanto tiempo, casi la misma cantidad de años que la democracia.

 

Una proeza. Una pelea cotidiana por el auspicio que genera la posibilidad de durar un número más. Una épica en medio de una sociedad que ya no es la que era cuando amaneció la revista en la zona del barrio Alberdi pero que tiene en Carlos “el Turco” Galli su genuino y auténtico referente al cual, alguna vez, habrá que destacar en las escuelas e institutos de comunicación social de la región y el país.

 

Esta épica de “El Vecino” es imprescindible en estos tiempos feroces donde los medios de comunicación son grandes empresas que buscan, como siempre, garantizar el negocio de muy pocos mientras las grandes mayorías intentan empatarle al fin de mes.

 

Los 35 años de: “El Vecino” son el triunfo de una profunda tozudez rosarina, la del Turco Galli pero, en forma paralela, de aquellas y aquellos que no nos resignamos a pedir permiso para hablar, pensar y denunciar. Por eso el título de estos apuntes, “El Vecino” es una épica imprescindible para insistir en la construcción de un presente mejor.

 

Los medios y el capitalismo

 

Los grandes medios de comunicación forman parte de las mil empresas que más venden en la Argentina.

 

Forman parte del poder económico. No se trata de cultura, entretenimiento y noticias, solamente.

 

Están en el corazón de la concentración y la extranjerización de la economía.

 

Discutir medios de comunicación es, entonces, discutir el poder económico y político de la Argentina, en general y cada provincia, en particular.

 

Es necesario repetir la frase de Eduardo Galeano, siempre actual: “Los medios justifican los fines del sistema”.

 

Al revés de lo supuestamente expresado por Maquiavelo en “El Príncipe”.

 

Los grandes medios de comunicación sostienen los fines permanentes del capitalismo.

 

En el mundo, en la Argentina, en sus provincias, en sus ciudades.

 

A mediados de 2019, tres grandes rubros contienen a 17 empresas vinculadas a las actividades tradicionales que, históricamente, estaban reservadas a los medios de comunicación especialmente a partir de los años cincuenta del siglo veinte (entretenimiento, información y difusión cultural).

 

Las tres actividades son servicios de correos y telecomunicaciones, servicios de esparcimientos y actividades de edición e impresión.

 

De mayor a menor volumen de facturación se ubican Telecom (número 3 entre las mil que más vendieron en 2018); Claro (20); Telefónicas Móviles Argentina (23); Cablevisión Holding (36); Telefónica Argentina (51); Grupo Codere (188); AGEA (206); Casino de Buenos Aires (219); La Nación (257); ARTEAR (258); Torneos y Competencia (326); Telefé (355); Telmex (369); Casino Rosario (492); Casino Puerto Santa Fe (755); América TV (757) y La Ley (762).

 

Las 17 empresas facturaron durante 2018, según sus balances presentados en 2019, nada menos que 472.867 millones de pesos.

 

Telecom, (número 3 entre las mil empresas que más facturan en la Argentina): Facturó 169.100 millones de pesos durante 2018, 463 millones por día; 19 millones hora; 321.727 pesos por minuto. Y aumentó su facturación en un 171,89 por ciento entre 2017 y 2018.

 

Claro Argentina (20), 78.250 millones de pesos, 214 millones de pesos diarios; 8,9 millones por hora; 148.877 pesos cada sesenta segundos. Aumentó el valor de sus ventas en un 98,22 por ciento.

 

Telefónica Móvil (23), 69.643 millones de pesos, 190 millones de pesos diarios; 7,9 millones por hora; 132.501 pesos por minuto. Su facturación aumentó 35,81 por ciento.

 

Cablevisión Holding (36), 50.481 millones de pesos, 138 millones de pesos diarios; 5,7 millones por hora; 96.044 pesos por minuto.

 

Telefónica Argentina (51), 39.263 millones de pesos, 107 millones de pesos diarios; 4,4 millones por hora; 74.701 pesos por minuto. Aumentó su facturación 43,5 por ciento.

 

Grupo Codere (188), 10.500 millones de pesos, 28 millones de pesos diarios; 1,19 millones por hora; 19.977 pesos por minuto.

 

AGEA (206) 9.649 millones de pesos; 26,43 millones de pesos diarios; 1,1 millones por hora; 18.358 pesos por minuto. Aumentó su facturación 41,52 por ciento.

 

Casino de Buenos Aires (219), 8.700 millones de pesos; 23,8 millones de pesos diarios; 993.150 pesos por hora; 16.552 pesos por minuto.

 

La Nación (257), 7.310 millones de pesos; 20 millones de pesos diarios; 834.474 pesos por hora; 13.907 pesos por minuto. Aumentó su facturación 55,80 por ciento.

 

Arte Radiotelevisivo Argentino (ARTEAR) (258), 7.246 millones de pesos; 19,85 millones de pesos por día; 827.168 pesos por hora; 13.786 pesos por minuto. Aumentó su facturación 52,32 por ciento.

 

Torneos y Competencias (326), 5.336 millones de pesos; 14,6 millones de pesos por día; 609.132 pesos por hora; 10.152 pesos por minuto. Aumentó su facturación 77,28 por ciento.

 

Telefé (355), 4.923 millones de pesos; 13,48 millones de pesos por día; 561.986 pesos por hora; 9.366 pesos por minuto.

 

Telmex Argentina (369), 4.660 millones de pesos; 12,7 millones de pesos diarios; 531.963 pesos por hora; 8.866 por minuto. Aumentó 72,78 por ciento su facturación.

 

Casino Rosario (492), 3.065 millones de pesos; 8,29 millones de pesos diarios; 349.885 pesos por hora; 5.831 pesos por minuto.

 

Casino Puerto de Santa Fe (755), 1.593 millones de pesos; 4,3 millones de pesos diarios; 181.849 pesos por hora; 3.030 pesos por minuto.

 

América TV (757), 1.584 millones de pesos; 4,3 millones de pesos diarios; 180.821 pesos por hora; 3.013 pesos por minuto.

 

La Ley (762), 1.558 millones de pesos; 4,2 millones de pesos diarios; 177.853 pesos por hora; 2.964 pesos por minuto.

 

Esas cifras sintetizan la arqueología del dinero de los últimos cincuenta años.

 

Economía, política, cultura y justicia, entre otras actividades colectivas.

 

De allí que la necesaria discusión por la democratización de la comunicación en la Argentina demanda, entonces, tener conciencia que, en realidad, debe discutirse el poder económico, el político y el judicial.

 

Fuente: “Revista Mercado”, “Las Mil empresas que más venden”, junio de 2019, número 1217, Buenos Aires, Argentina.

 

La mayor concentración está en Santa Fe.

 

El 10 de abril de 2019 presentamos un proyecto de declaración de preocupación por la concentración de medios de comunicación privados en pocas manos en la provincia de Santa Fe.

 

El expediente 36.285 decía que “la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe declara su preocupación por la concentración de medios de comunicación privados en el territorio”.

 

“Desde los años noventa al presente, estas operaciones empresariales como la reciente compra del diario «La Capital» por el grupo que hoy maneja «El Litoral» y «Canal 3» de la ciudad de Rosario, generan una baja democracia informativa y pone en riesgo los puestos laborales de trabajadores de prensa y gráficos, entre otros sectores.

 

“Este cuerpo, entonces, expresa la necesidad de impulsar todas las medidas necesarias para defender los derechos humanos básicos de la información, esenciales en una sociedad democrática.

 

“El surgimiento y aparición de los multimedios en la década del noventa del siglo pasado trajo como consecuencia la concentración de la información en pocas manos, paralela a la concentración económica.

 

“Las principales empresas mediáticas se convirtieron en firmas poderosas, no solamente en lo económico, sino también en lo político.

 

“El país supuestamente federal se disolvía ante las imágenes que siempre llegaban de Buenos Aires y repetían en cada rincón de la Argentina, desde Ushuaia a La Quiaca.

 

“Veinte empresas manejaban la información y el entretenimiento cotidiano de treinta millones de argentinas y argentinos.

 

“La llamada ley de medios del gobierno kirchnerista quiso evitar esa concentración pero duró muy poco.

 

“En la actualidad se asiste a un nuevo proceso de concentración de medios de comunicación privados en pocas manos.

 

“Democracia de baja intensidad, como tantas veces advirtió la UNESCO desde los años ochenta en adelante.

 

“Hoy, en la provincia de Santa Fe, segundo territorio del país, una reciente operación empresarial concentra grandes medios de comunicación en pocas manos, en pocas cabezas, en las principales ciudades del territorio como son Santa Fe y Rosario.

 

“La síntesis es que Gustavo Scaglione quedó al frente del holding que compró la mayoría accionaria del Multimedio La Capital de Rosario que comprende el diario más importante de la ciudad, el Uno de Santa Fe y el de Paraná, las radios L T8, FM Del Siglo y la empresa de publicidad urbana Metrópoli.

 

“En el 2015, Scaglione ya había adquirido el Grupo Televisión Litoral creado por Alberto Gollán quien le dio impulso a la TV local al fundar Canal 3 e instaló a Radio Dos como la frecuencia más escuchada por décadas. Con el tiempo se sumó la FM Vida y Plus y el portal digital Rosario 3.

 

“De esta manera, los medios rosarinos que históricamente se referenciaron con familias locales (los Lagos y los Gollán hasta el desembarco de Vila), experimentarán una concentración inédita para la ciudad.

 

“El último viernes de marzo de 2019, y luego de meses de negociaciones donde las partes se tuvieron que poner de acuerdo sobre los activos y las deudas, se concretó la venta del 66 por ciento de las acciones a Scaglione. El otro porcentaje sigue en manos de Orlando Vignatti quien en su momento ofertó para comprarle la totalidad a Vila.

 

“El titular de Canal 3 está acompañado por un grupo inversor de variada procedencia. En primer lugar, el santafesino Nahuel Caputto, socio de Clarín en la región y dueño de la moderna planta impresora Artes Gráficas del Litoral S.A. en Sauce Viejo. Su familia fue la fundadora del diario El Litoral en la capital provincial y el joven empresario continúa el legado. Al holding lo completan el empresario de la salud, Roberto Villavicencio y el inversionista ligado a la industria del biodiesel, Federico Pucciarello mientras que las tratativas estuvieron a cargo del abogado Leandro «Lunghi» Salvatierra del buffet Casanova, Mattos & Salvatierra.

 

“Las negociaciones se extendieron durante meses entre análisis de activos y deudas, gastos fijos e infraestructura. De hecho, con la incorporación de Caputto quien tiene la planta de AGL, la imprenta de La Capital, que demanda 50 puestos de trabajo, es una de las preocupaciones del Sindicato de Prensa de Rosario.

 

“Si la concentración de riquezas en pocas manos produce y multiplica la pobreza, la concentración de medios de comunicación produce y multiplica el empobrecimiento del pensamiento crítico, limita la libertad y condiciona a cada una y cada uno de los trabajadores de prensa de semejante multimedios.

 

“En los años noventa hablábamos de la era de la noticia obediente, pedir permiso para informar.

 

“Esa postal, hoy, en la provincia de Santa Fe, se ha agravado.

 

“Por eso es necesario defender enfáticamente el rol del estado para garantizar la democracia informativa, el pluralismo de voces, la mentada libertad de prensa y la estabilidad laboral de trabajadoras y trabajadores de prensa, gráficos y otros sectores de la comunicación.

 

“Por tales razones les pido a mis pares el acompañamiento al presente Proyecto de Declaración”, terminaba diciendo aquel proyecto.

 

No tuvo consenso político ni siquiera para discutirse.

 

Apuntes sobre los medios rosarinos y los 35 años de “El Vecino”.

 

-Cuando “El Vecino” inició su épico peregrinaje por estos atribulados arrabales del mundo, la democracia estaba cumpliendo un año.

 

En aquellos comienzos de los ochenta, en los colectivos, taxis y negocios se escuchaban las radios rosarinas.

 

LT 8, LT 3, LT 2 y hasta la querida Radio Nacional, LRA 5, sonaban con sus voces totalmente identificables y cada programa ponía en juego la ideología de las y los conductores.

 

Las radios rosarinas compartían las mañanas, los tiempos del quehacer de aquella ciudad que, todavía, se pensaba como obrera, industrial, portuaria y ferroviaria.

 

Aquella identidad cultural y profundamente popular se perdió.

 

Hay otros consumos y generalmente vienen de Buenos Aires. Las temperaturas hablan de los barrios porteños y los informes sobre el tránsito que se escuchan remiten a la General Paz y no a Corrientes, Mendoza, avenida Alberdi o San Martín.

 

Hay varias responsabilidades en esa fenomenal alienación pero lo cierto es que las radios AM rosarinas ya no parecen ser las que eran a pesar del trabajo de cada una y cada uno de sus trabajadores.

 

-La evolución de los grandes medios fue en el mismo sentido que los mandatos económicos. La vieja ciudad obrera fue transformada en servicios y, especialmente, en lugar de evolución y desarrollo de los negocios inmobiliarios.

 

Muchas causas judiciales tienen, a fines de la segunda década del tercer milenio, integrantes de medios de comunicación y empresarios inmobiliarios vinculados e imputados.

 

Y la mayoría de los sitios web que constituyeron los grandes medios de comunicación regionales remiten a operaciones inmobiliarias.

 

-La tarea del Sindicato de Prensa fue muy importante en estas décadas. Pero la precarización laboral sigue siendo una constante en las diversas empresas que se montaron a partir de los años noventa.

 

La mayoría de las chicas y los chicos que estudian periodismo son tomados de manera eventual en diferentes plataformas y les cuesta muchísimo tener un recibo de sueldo con sus correspondientes aportes patronales y derechos laborales.

 

-Los informativos de la televisión abierta rosarina siguen siendo los vínculos más fuertes con las mayorías populares.

 

Pero hasta Canal 5 dejó de llamarse así.

 

Buenos Aires, en el país verdaderamente unitario que conformamos, impone marcas y registros y se borran las identidades regionales.

 

Un problema político de primer orden que, increíblemente, la mayoría de las dirigencias de los grandes partidos prefieren no hablar. No sea cosa que queden congeladas y no tengan la pantalla que necesitan cuando se juegan las elecciones.

 

-La democratización de las pautas oficiales y privadas sigue siendo una materia pendiente para la sociedad argentina, en general, y santafesina en particular.

 

-La revolución de las hijas, la revolución feminista está cambiando para mejor las concepciones comunicacionales hacia adentro y hacia afuera de los grandes medios.

 

He allí una profunda esperanza.

 

-Lo alternativo sigue existiendo.

 

Y sigue viva, al mismo tiempo, la cuestión de convertir lo alternativo en masivo.

 

-Por eso hay que celebrar los 35 años de “El Vecino”.

 

Porque su épica sobrevivencia es directamente proporcional al deseo de construir un presente tolerante, amplio, con libertad y justicia.

 

Porque tipos como el Turco Galli merecen ser reconocidos en esta geografía que, entre otras identidades propias, tiene en “El Vecino” una de sus postales más propias y queribles.