Por Carlos E. Galli (director Revista «El Vecino»

No fue joda o sí. ¿Nos siguen agarrando para la joda?

Unos días atrás, sin sonrojarse en absoluto, el ministro de Energía, Juan José Aranguren ratificó los aumentos en las tarifas de servicios públicos y aseveró “que las medidas que se están tomando hoy son para lograr que cada vez haya menos gente en la pobreza”.

También descartó  que haya  nuevas medidas para reducir el impacto del tarifazo  entre los millones de compatriotas de menos recursos. Pero, hay una verdad solapada, encubierta por los grandes medios que accionan como paraguas protector del gobierno, que ocultan la significación del ajuste. Siempre se trata de eludir el debate-no solo en este tema- y evitar la discusión acerca de quienes se benefician o perjudican con estas medidas. Hablando en criollo, el tarifazo significa una enorme transferencia de los consumidores –nosotros-, hacia las grandes empresas de servicios. Solo discuten como debe distribuirse el ajuste, ya sea municipios, provincias o Nación, no la esencia del mismo.

No hay derrame hacia abajo, la fiesta la celebran las mineras, las grandes constructoras, los pooles  agropecuarios, ahora las prestadoras de servicios públicos y la renovada patria financiera.

Esto sí, que no es joda, ministro. Léalo.  Se trata del último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) acerca de la pobreza estructural en nuestro vapuleado país.

Según los recientes datos ofrecidos por la UCA, casi siete de cada diez niños  son estructuralmente pobres en la Argentina. Esto se traduce en que casi ocho millones de niños o adolescentes de hasta 17 años viven en condiciones miserables.

La tendencia se acentúa: en 2017 la cantidad de chicos pobres aumentó dos puntos, que lo elevó de 62,5 % sobre el 60,5% de 2016.

Esta radiografía surge del denominado índice multidimensional (que mide la pobreza por dimensiones o derechos, y no por ingresos) que elabora el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que coordinan Agustín Salvia, y en el caso de los más chicos, la especialista Ianina Tuñón.

El índice multidimensional de la UCA calcula la pobreza sobre la base de diferentes dimensiones o indicadores en un doble umbral de privaciones (total o severa).Allí se tienen en cuenta la alimentación (si los chicos pasaron o no hambre), el saneamiento (acceso a agua corriente o inodoro), vivienda (los tipos de materiales con los que está hecha), salud (si visitan a un médico o si son o no vacunados), información (si tienen acceso a libros, teléfonos o Internet), y educación y estimulación (si asisten a clase, tuvieron estimulación temprana, entre otras cosas).

«La pobreza medida por dimensiones no está asociada directamente con la política de transferencias de ingresos», explicó Tuñón. «Y el Gobierno tiene una mirada focalizada solo en bajar la pobreza por ingresos», planteó la especialista del Observatorio de la Deuda Social Argentina.

Según Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, aseguró que “la inflación, el aumento de tarifas y el trabajo informal perpetuarán la cantidad de pobres”.

Salvia destacó que para que esto cambie “es necesario que se reactive el empleo, que haya un pasaje de empleos informales a formales, que baje la inflación drásticamente o que el impacto de las tarifas no sea tan fuerte en el bolsillo de las clases medias y bajas.” Como muchos, no cree que nada de esto suceda.

Pero, Marcos Peña dice que los negocios están vacíos porque la gente compra online. Joda.

Estos son los datos de la Argentina profunda, que cierto periodismo hepatítico de tan amarillo, esconde bajo la alfombra.

Al cierre, siempre tirano, se conmemora el Día del Trabajador. Hasta el tiempo, gris, lluvioso, inclemente, parece plegarse a la tristeza de los padecientes. Nada para festejar para quienes todo lo hacen y poco reciben.

Pero la historia nos señala que las luchas por un país mejor con equidad e inclusión para todos no cesará. El tema es quiénes de cara al futuro, pueden capitalizar el descontento.

La brillante caricatura de El Tomi, reclamando la libertad de Lula, es un símbolo de estas luchas que nos involucran y que los dueños del planeta quieren acallar.

A pesar de todo: “Feliz Día del Trabajador”.