LA MISTERIOSA DESAPARACION DEL BATALLON NORFOLK

CONFESIONES

Veamos qué es lo que hay de histórico en esta leyenda: todo surge a raíz de un artículo,

firmado por excombatientes, en la revista Spaceview de un número de 1965, 50 años

después!.

En ese artículo, F. Reichard (zapador), R. Newman (zapador) y J.L. Newman (soldado),

pertenecientes a una sección neozelandesa que participó en Gallipoli, narraban lo que

arriba hemos resumido, es decir la desaparición extraña y misteriosa de aquel grupo de

hombres camino de la cota 60 de Sari Bari. Lo primero que llama la atención es la tardanza,

nada menos que cincuenta años, en salir a la luz un suceso tan extraordinario.

Lo segundo es que el 4º batallón Norfolk nunca desapareció, tras Gallipoli fue destinado a

Egipto, dato que puede comprobar cualquiera si visitan el museo on-line del Regimiento de

su Graciosa Majestad en cuestión. Pero si ocurrieron cosas extrañas en aquellos

sangrientos y negros días.

Acontecimientos verdaderos que debieron vivir o por lo menos tener noticia estos

excombatientes y que ya en la vejez debieron confundir y mezclar dando como resultado la

leyenda del Batallón desaparecido. Uno de los sucesos más trágicos fue la aniquilación del

Regimiento Rangers de Sherwood, desorientados al caer sobre ellos una espesa y

repentina niebla se adentraron en territorio cubierto por la artillería pesada turca, fueron

barridos por las explosiones, desaparecieron.

Aquello debió impactar mucho a los jóvenes anzacs y quedar gravado en sus mentes. Otro

suceso realmente extraño que sucedió solo unos días después, fue la desaparición del 5º

Batallón Norfolk (no el 4º). Persiguiendo al enemigo y en mitad del fragor de la batalla,

aquellos valerosos 250 hombres, se adentraron en un bosque espeso… y desaparecieron sin

dejar rastro. Oficialmente muertos en acción.

LOS EXPERTOS HABLAN

Melvin Harris, miembro de la Society for Psychical Research, autor de Strange to relate

I y Strange to relate II e ingeniero de la Cadena Nacional de Radio BBC y el World

Service, escribió lo siguiente:

“El 4° de Norfolk no era un regimiento, sino un batallón del regimiento de Norfolk. No

desapareció en Turquía, permaneció en combate hasta el final de la guerra. Es verdad que

una sección del 5° Batallón de Norfolk se perdió durante la operación de desembarco en la

Bahía de Suvla, pero esto nada tiene que ver con los platillos volantes ni con nubes

misteriosas”.

El regimiento de Norfolk se formó en 1908, como un cuerpo voluntario del ejército. Lo

integraban los trabajadores de la finca real de Sandringham. Por eso, el capataz Frank

Beck, fue ordenado capitán de ese cuerpo militar. Los oficiales y mandos se distribuyeron

entre los mayordomos y jardineros, mientras que la tropa se formó con los mozos y

sirvientes. Al iniciar la guerra el regimiento fue reforzado con soldados y oficiales

provenientes de la Commonwealth.

El 5° Batallón de Norfolk era parte de una brigada que trató de ocupar las cumbres de

Kavak Tepe y Tekke Tepe, el 12 de agosto de 1915, había llegado a Suvla tan sólo dos

días atrás. Al mando de este Batallón estaba el coronel Sir Horace Proctor Beauchamp,

famoso por su exceso en fumar pipa.

A las 16:15 de aquel 12 de agosto Beauchamp pidió sonar los silbatos y ordenó una carga

a través de la maleza con el fin de establecer una base en las citadas colinas. Sin embargo,

al adentrarse en la maleza se perdió la formación y varios hombres perdieron contacto

derivando hacia las líneas británicas. El coronel, junto con 16 oficiales y 250 hombres, no

fueron vistos de nuevo.

Harris, que se ha especializado en desenmascarar mitos ufológicos y parapsicológicos, cita

una carta de H. W. Nevison que dice:

“No podemos dudar que sus restos yacen en la maleza a los pies de la sombría y ominosa

colina; la última esperanza de la bahía Suvla se marchitó con su trágica desaparición”.

Harris cree que algunos hombres del 5° Batallón fueron capturados por los turcos, pero

esto era peor que si hubiesen muerto. Los historiadores militares Mayores D. H. Cole y E.

C. Priestley probaron que cerca de 5,000 prisioneros tomados en Kut murieron bajo manos

turcas debido a la “brutalidad de los turcos quienes trataban a sus propios soldados como

a perros, y no tenían misericordia por los prisioneros enfermos y hambrientos”.

Se sabe que el 21 de agosto fue un día desastroso. Amaneció nublado. El campo de

batalla estaba cubierto por una neblina perfectamente normal, aunque un poco fuera de

estación. En el Final Report of the Dardanelles Comision, Sir Ian Hamilton apuntó:

“Por algún extraño capricho de la naturaleza la bahía Suvla y la planicie fueron

cubiertas por una extraña neblina. Esto fue de muy mala suerte ya que no podíamos ver

al enemigo. Además, al atardecer el Sol nos cegaba y difícilmente veíamos las líneas

enemigas. Deseaba posponer el ataque pero por varias razones esto no fue posible”.

La brigada de la 29ª División se lanzó hacia la Colina 60 y la Colina Scimitar, pero los

británicos fueron despedazados por el fuego cruzado del enemigo. La brigada 86 de la 29ª

División fue aniquilada.

Harrison cree que los tres zapadores confundieron dos acciones bastante diferentes: la

desaparición o captura del 5° Batallón, el 12 de agosto; y la aniquilación de la brigada

86, el 21 de agosto durante una neblina.

Dice Harrison: “No se les puede juzgar a estos viejos soldados debido a fallas en su

memoria. Pero a los que no se les puede excusar es a los escritores que hicieron dinero

con el cuento sin investigarlo”.

Un investigador y periodista británico dijo lo siguiente: “el primer libro en el que leí del

asunto fue el de Keel. En 1971 escribí a las supuestas direcciones de los zapadores, en

Nueva Zelanda, pero ya sea por mi pésimo inglés o por cualquier otra razón, mis cartas

fueron regresadas por el correo indicándome que no existía tal dirección y eran necesarios

más datos. También escribí al matrimonio Hinfelaar (Hank y Brenda), quienes editaron

Spaceview hasta el número 64 (1972), ya que Víctor Harris publicaría el último número,

65, en 1975. Ninguno de ellos se dignó contestar mis cartas pidiendo información de los

zapadores. En primera instancia podría suponer que no existieron tales zapadores porque no

los pude localizar por correo, pero, “la ausencia de evidencia no es evidencia de

ausencia”. Siete años después escribí lo siguiente en otra revista ufológica: “Creo que

Harrison es demasiado blando en sus juicios. La historia de Reichart está plagada de

errores: las fechas son erróneas; confunde los batallones; la ubicación está

equivocada… Pienso que es probable que ni siquiera hayan existido esos tres zapadores y

que todo fue una historia inventada para llenar las páginas del Spaceview”.

En 1992 se publicó la novela histórica de Nigel McCrery, quien posteriormente

coproduciría la película para la televisión BBC2, basada en el libro sobre el caso. Una

crítica magufa de este trabajo se puede encontrar aquí.

En el documental y en el libro se menciona el reporte del reverendo Charles Pierrepoint

Edwards, quien había sido capellán de la brigada, y además, había estado comisionado por

la propia Reina Alexandra para averiguar el paradero del 5° de Norfolk (recordemos que

parte de sus miembros pertenecían a su finca de Sandringham). Edwards afirma que al

término de la guerra, un soldado tropezó con una divisa enterrada en la arena de las que se

empleaban en las gorras del regimiento. Escarbando un poco descubrió varios cadáveres.

Edwards organizó las excavaciones y descubrió los restos de 180 hombres, entre los que

se encontraban, por lo menos, 122 de los miembros de su batallón. El cuerpo de Beck se

encontraría cuatro años después a menos de 200 metros del primer sitio.

El informe que redacto Edwards y que fue publicado hasta 1969, indicaba que los restos

habían sido hallados a unos 800 metros tras las líneas turcas en las ruinas de una

antigua granja. Todos los cuerpos presentaban un orificio en el cráneo: se les había dado

el tiro de gracia. Es decir, los turcos los habían capturado, pero no los mantuvieron como

prisioneros: los ejecutaron y los echaron en una fosa bajo la granja

COLOFON PARA UN MISTERIO RESUELTO O NO……..

En uno de los múltiples programas del periodista y conductor mexicano Nino Canun

Serrano en su programa Usted ¿Qué opina?, que estuvo en el aire entre 1990 a 1997 y

que se ocupaba de temas variados especialmente en misterios sin resolver en el mundo de la

ufología un invitado dijo una barbaridad histórica “que la desaparición del Regimiento

británico fue el hecho más que concreto sobre las abducciones refiriéndose al tema Ovni”.

Pero el misterios ya fue develado hace mucho tiempo y nada que ver con abducciones

No valía la pena. En su lugar vinieron a mi mente las imágenes de la película Gallipoli, de

una crudeza desgarradora. ¿Cuántos hombres perdieron la vida? Al imaginar lo que

verdaderamente ocurrió en ese lugar comprendí que lo que decía el ufólogo tan sólo eran

comentarios de muy mal gusto y lo mejor era olvidarlo. Pero el misterio sigue sin

develarse es un trabajo para los investigadores solitarios que buscan las puertas de los

misterios de la historia en los pasillos oscuros de los mismos.