“La ONU cataloga a esta superpoblación ex colonia británica como uno de los países menos desarrollados del mundo: el sentimiento antimperialista y el Mundial 86, claves en el apoyo a la Argentina. Bangladesh.

El remoto país que hincha en forma desaforada por la selección argentina”, titulaba el diario “La Nación”, el domingo 4 de diciembre de 2022.

Es curioso que el diario incluya el término antimperialismo pero hay tres hechos de la historia del país con la segunda hinchada argentina más grande del mundo que serían importantes repasar luego de la sorpresa que generaron aquellas multitudinarias celebraciones populares cada vez que ganaba el equipo de Messi en ese punto lejano de Asia.

LA PRIMERA POSTAL ES BRUTAL

Buitres, centenares de buitres esperando la muerte de personas en las calles de Bangladesh.

La historia oficial del mundo dice que se trató de “la hambruna de Bengala” del año 1943, plena segunda guerra mundial.

Bangladesh dependía del viejo imperio británico.

“El Gobierno de Londres debía responder a esta emergencia enviando recursos para la población afectada, pero esa decisión impactaba directamente a las tropas e impediría el avance exitoso de la campaña militar en Libia.  La situación en Bengala era crítica, la escasez de alimentos llego al punto de que incluso se informaron casos de canibalismo. Decenas de miles de familias murieron de inanición. Poco a poco las aldeas y ciudades se fueron llenando de cadáveres putrefactos y sin recoger, lo mismo que las enfermedades como el cólera, tifus o disentería que se expandieron sin control llevándose millones de vidas”, dice el sitio web “Sapienta” que hace bien en advertir que las imágenes son sensibles para las personas que se atreven a descubrir esta parte de la historia del pueblo que es hincha de la Argentina. Son imágenes que sintetizan las consecuencias del capitalismo y la dependencia de los pueblos del tercer mundo.

«El Holocausto que Churchill» causo en la India la muerte de aproximadamente 3.000.000 de personas a fuerza del hambre, hecho que nadie recuerda porque la historia la escriben los vencedores.  Sobre todo, lo que provocó esta hambruna fue la decisión de Churchill de hacer llegar la mayoría de granos y víveres a sus soldados hasta Oriente Medio y Egipto, donde se hallaban defendiendo el Canal de Suez de los ejércitos de Italia y Alemania, dejando de lado a la población civil, la cual se quedó prácticamente sin alimento.

Asimismo,  el gobierno inglés decidió adueñarse de todo medio de transporte que pudiera llevar alimento a las comunidades de Bengala, tales como camiones, autos, motocicletas y hasta elefantes de carga. Aunado a ello, los dirigentes ingleses se adueñaron de diversos campos de cultivo de arroz para convertirlos en pistas de aterrizaje. Las protestas ante tamaña injustica no se hicieron esperar por parte de la población civil y grupos políticos molestos ante esta decisión que estaba matando a la población. Las revueltas fueron aplastadas por los soldados ingleses de manera violenta, provocando la detención de más de 60 mil personas y la ejecución de unas 2 mil 500. Pacifistas como Mahatma Gandhi luchaban porque la población obtuviera no sólo la independencia de Inglaterra sino los alimentos necesarios para su sobrevivencia”, agrega la información.

El pueblo de Bangladesh difícilmente olvidó aquello.

AHORA, LA SEGUNDA POSTAL

Ese pueblo calificado como de ingresos medios bajos por el Banco Mundial, le está dando asilo a más de medio millón de chicas y chicos expulsados de Birmania.

Es casi seguro que le sobra muy poco a Bangladesh pero igualmente ofrece su geografía para abrazar a nenas y nenes que huyen del otro lado de la frontera.

Y la tercera postal quedará en las retinas argentinas durante las jornadas del Mundial de Qatar.

La celebración asiática que recuerda las alegrías de otra nación dependiente del tercer mundo contra la vieja potencia asesina.

Bangladesh es un pueblo hermano de la Argentina mucho más allá de la cancha chica del fútbol.

Fuentes: Banco Mundial; “La Nación”, edición del domingo 5 de diciembre de 2022 y “Sapientia. Laboratorio de ideas”, sitio web que incluye la nota “El genocidio de Bengala”.