La Gripe Española: la pandemia de 1918 que no comenzó en España  

UNA PRESENTACION DEL HORROR 

La historia  y las enfermedades tiene mitos y  realidades que a veces superan a la ficción pero debemos siempre estar alertas de que virus de  todo tipo pueden surgir de la nada o no y  allí entraría en el terreno de las conspiraciones o mejor dicho en las Teorías de las conspiraciones porque a veces uno se pone a pensar o delirar el porqué de esto u aquello y empieza a especular situaciones casi surrealistas y cuando dijo esto hace unos días vi una serie de las tantas que están en auge sobre las tragedias humanas provocadas por otros tanto científicos como empresas farmacéuticas u laboratorios que crean mutaciones genéticas para el bien o el mal y el Inferno de Dante se desata y la Plaga bíblica pasa a destruir a muchos humanos y como somos de esa especie están los chicos malos con sus mentores capitalistas que hablan de curar y sin embargo son mentes siniestras de empresas tecnológicas y biológicas que desean la  salvación cuando el fin es otro y entraría lo de Maquiavelo  “el fin justifica los medios” pero volviendo al hilo de la idea como dije vi una serie alemana llamada  “Biohackers” donde una bióloga realiza manipulaciones genéticas creando mosquitos que supuestamente eliminarían a otros que están infectados con virus letales que provocan pandemias en la humanidad pero una mente perversa provoca el escape de dichos  mosquitos creado en el laboratorio alemán  y cuya genética fue alterada como en la película Jurassic Park  donde científicos y multinacionales reviven a los dinosaurios  por manipulación tecno genéticas  en síntesis la historia es la misma muchas conspiraciones de laboratorios de multinacionales siempre han experimentado con la sociedad humana desde inyectar bacterias hasta crear virus para la eliminación de la humanidad para concluir  mi presentación  no es casualidad que la mal llamada Gripe Española del 18 su origen fue realmente en China es para pensar que los demonios son la fuente de un exterminio que viene del mismo origen geográfico ahora con el  Covid19.

EL ORIGEN  DE UNA PANDEMIA DE UN MISMO LUGAR

La Gripe Española mató entre 1918 y 1920 a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Se desconoce la cifra exacta de la pandemia que es considerada la más devastadora de la historia. Un siglo después aún no se sabe cuál fue el origen de esta epidemia que no entendía de fronteras ni de clases sociales.

Aunque algunos investigadores afirman que empezó en Francia en 1916 o en China en 1917, muchos estudios sitúan los primeros casos en la base militar de Fort Riley (EE.UU.) el 4 de marzo de 1918.

Tras registrarse los primeros casos en Europa la gripe pasó a España. Un país neutral en la I Guerra Mundial que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias a diferencia de los otros países centrados en el conflicto bélico.

Ser el único país que se hizo eco del problema provocó que la epidemia se conociese como la Gripe Española. Y a pesar de no ser el epicentro, España fue uno de los más afectados con 8 millones de personas infectadas y 300.000 personas fallecidas.

La censura y la falta de recursos evitaron investigar el foco letal del virus. Ahora sabemos que fue causado por un brote de influenza virus A, del subtipo H1N1. A diferencia de otros virus que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables entre 20 y 40 años, una franja de edad que probablemente no estuvo expuesta al virus durante su niñez y no contaba con inmunidad natural.

Fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarreas y vómitos ocasionales eran los síntomas propios de esta enfermedad. La mayoría de las personas que fallecieron durante la pandemia sucumbieron a una neumonía bacteriana secundaria, ya que no había antibióticos disponibles.

Sin embargo, un grupo murió rápidamente después de la aparición de los primeros síntomas, a menudo con hemorragia pulmonar aguda masiva o con edema pulmonar, y con frecuencia en menos de cinco días.

En los cientos de autopsias realizadas en el año 1918 los hallazgos patológicos primarios se limitaban al árbol respiratorio por lo que los resultados se centraban en la insuficiencia respiratoria, sin evidenciar la circulación de un virus.

Al no haber protocolos sanitarios que seguir los pacientes se agolpaban en espacios reducidos y sin ventilación y los cuerpos en las morgues y los cementerios. Por aquel entonces se haría popular la máscara de tela y gasa con las que la población se sentía más tranquila, aunque fueran del todo inútiles. En el verano de 1920 el virus desapareció tal y como había llegado.

Y ASÍ LA LLAMARON… 

Los periódicos españoles fueron los primeros en informar sobre una enfermedad que estaba matando a la población. En el resto de Europa, y a ambos lados de las líneas aliadas, censuraron toda información para no desmoralizar a las tropas ni mostrar debilidad ante el enemigo. Con lo cual, sólo se convirtió en noticia en los países neutrales. En un primer momento los medios de España intentaron también darle nombre extranjero bautizándola como ‘El soldado de Nápoles’ o ‘La enfermedad de moda’. Tras informar el corresponsal del The Times en Madrid, el término de La Gripe Española’ se extendería por el resto del mundo a partir del verano de 1918. 

Cómo cambió el mundo hace 102 años con la gripe española, la peor pandemia del siglo XX 

Pasó a la historia como «gripe española» por la atención que se le dio en los medios de ese país, que no estaban sometidos a la fuerte censura de los de los países que participaban en la guerra. 

Es posible que hasta hace unos meses no hubieras oído hablar de la «gripe española», la pandemia que mató a millones de personas a principios del siglo XX. Y seguramente con la crisis del coronavirus ya habrás oído mencionarla.

Catalogada a menudo como «la madre de todas las pandemia», la que pasaría a la historia como gripe española causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas alrededor del mundo, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud. 

Se extendió entre 1918 y 1920, y los científicos creen que fue contagiada al menos un tercio de la población mundial de aquel entonces, calculada en 1.800 millones de habitantes. 

Incluso causó más muertes que la I Guerra Mundial, que estaba terminando justo cuando se desató la pandemia. 

Mientras el mundo reacciona ante la covid-19, te proponemos mirar hacia el pasado hasta el tiempo de la última gran pandemia que puso en compás de espera al planeta. Esto fue lo que ocurrió cuando todo terminó.

1921, un mundo distinto

Ciertamente mucho ha cambiado en 102 años. 

La medicina y la ciencia eran campos mucho más limitados para tratar la enfermedad, si las comparamos con la actualidad. 

Hay estudios que apuntan a que la epidemia comenzó en EE.UU., otros apuntan a Francia en 1916 o en China y Vietnam en 1917. 

Los doctores de entonces sabían que un microorganismo era responsable de la epidemia de gripe y que la enfermedad se podía transmitir persona a persona, pero pensaban que la causa estaba en una bacteria, no un virus

Los tratamientos también eran limitados. El primer antibiótico solo fue descubierto hasta 1928 y la primera vacuna para la gripe solo estuvo disponible en los años 40. 

Pero ante todo, no había sistemas públicos de salud. E incluso en los países desarrollados la salud era un lujo. 

«En las naciones industrializadas, la mayoría de los médicos trabajaba de manera independiente o era financiado por instituciones benéficas o religiosas. Y muchas personas no tenían acceso a ellos», dice Laura Spinney, escritora científica y autora del libro «El jinete pálido: la gripe española de 1918 y cómo cambió el mundo».

Jóvenes y pobres

Para empeorar las cosas, la pandemia de 1918 atacó de una manera que no se había visto en las anteriores, como la que ocurrió entre 1889 y 1890, y causó la muerte de cerca de un millón de personas. 

La mayoría de las víctimas fatales fueron personas entre los 20 y los 40 años, y los hombres se vieron notoriamente más afectados que las mujeres.

Probablemente porque se cree que la pandemia se inició en uno de los atestados campos de batalla del Frente Occidental y después se dispersó cuando los soldados regresaron a casa de la guerra.

La pandemia de gripe de principios del siglo XX fue única debido a la desproporcionada cantidad de jóvenes que mató

La enfermedad también fue implacable con los países más pobres. 

Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado este año, estima que cerca del 0,5% de la población de EE.UU. de aquel entonces murió debido a la epidemia (cerca de 550.000 personas). 

En cambio, India vio fallecer a 17 millones de personas en el país debido a la enfermedad. 

«Las víctimas que produjeron la I Guerra Mundial y la gripe española tuvieron un desastroso impacto económico», dijo Catharine Arnold, autora del libro «Pandemia 1918». 

Los abuelos de Arnold estuvieron entre las víctimas de esa pandemia. 

«En muchos países, no quedaban hombres jóvenes para llevar adelante el negocio familiar, dirigir las granjas, capacitarse para profesiones y oficios, casarse y criar hijos para reemplazar a esos millones que habían muerto», explicó Arnold. 

«La falta de hombres elegibles llevó al llamado problema de las ‘mujeres de repuesto’, con millones de mujeres que no lograron encontrar una pareja adecuada», añadió. 

Mujeres al trabajo

Aunque la epidemia no causó cambios radicales en la estructura social -no tan grandes como la caída del feudalismo por la peste negra en el siglo XIV, por ejemplo-, sí fue fundamental para inclinar la balanza de género en muchos países. La investigadora de la Universidad Texas A&M Christine Blackburn indicó que la merma en la fuerza laboral en EE.UU. les abrió varias puertas a las mujeres. 

La pandemia de gripe de principios del siglo XX fue única debido a la desproporcionada cantidad de jóvenes que mató.

La escasez de hombres tras la I Guerra Mundial permitió a las mujeres acceder al mercado laboral. 

«La falta de trabajadores causada por la gripe y la guerra le dio a las mujeres el acceso al mercado laboral«, explicó Blackburn. 

«Para 1920, las mujeres eran el 21% de todos los empleados en el país», agregó. 

Ese mismo año el Congreso de EE.UU. ratificó la decimonovena enmienda de su Constitución, que otorgaba el derecho al voto a las mujeres. 

 Además, las nuevas trabajadoras se beneficiaron de los aumentos salariales que resultaron de la escasez de mano de obra.

 En Estados Unidos, por caso, los datos del gobierno muestran que los salarios en el sector manufacturero aumentaron de US$0,21 la hora en 1915 a US$0,56 en 1920.

Legado genético 

Los científicos descubrieron que los bebés que habían nacido durante la epidemia eran más propensos a desarrollar condiciones como afecciones cardiacas, en comparación con los niños que habían nacido antes o después del brote. 

Los estudios en varios países mostraron que los bebés nacidos durante la pandemia estaban más expuestos a la enfermedad y tenían menos probabilidades de ser empleados 

Análisis hechos en Reino Unido y Brasil mostraron que los nacidos entre 1918 y 1919 también tendían a tener menos opciones de acceder a educación superior o ser empleados de tiempo completo. 

Algunas teorías sugieren que el estrés causado por la pandemia en las madres podría haber afectado el desarrollo del feto. 

Otra pista del impacto genético de la pandemia fue hallada en un análisis en la información de reclutamiento de soldados para el ejército de EE.UU., que decía que los jóvenes nacidos en 1919 tenían «1mm» menos de estatura promedio que el resto de sus colegas.

Anticolonialismo y cooperación internacional

En 1918, India completaba más de un siglo bajo el dominio colonial de Reino Unido. En mayo de ese año, la gripe española golpeó con fuerza el país. Y fue más violenta con los indios que con los residentes británicos. 

Las estadísticas muestran que la tasa de mortalidad en las castas más bajas alcanzó los 61,6 por cada 1.000 personas, mientras que entre los europeos fue de menos de 9 por cada 1.000. 

Así, los sectores nacionalistas indios alimentaron la percepción de que los gobernantes británicos no habían manejado la crisis de forma adecuada.  

Gandhi y otros nacionalistas indios fortalecieron sus figuras después de que la pandemia golpeara a India.      Se crearon nuevos sistemas de vigilancia y control de epidemias después de la pandemia de 1918.

En 1919, una edición de Young India, el periódico publicado por Mahatma Gandhi, criticó a las autoridades británicas con bastante firmeza. 

«En ningún otro país civilizado un gobierno podría haber dejado las cosas tan deshechas como lo hizo el gobierno en India durante la prevalencia de una epidemia tan terrible y catastrófica», se lee en el editorial. 

Pero, a la vez, la pandemia también evidenció la importancia de la cooperación internacional, más allá de la pesadilla geopolítica que había dejado detrás la I Guerra Mundial. 

En 1923, la Liga de las Naciones, el organismo multilateral que antecedió a la ONU, creó la Organización de la Salud. 

Fue una agencia técnica que creó nuevos sistemas internacionales de control de epidemias y fue conducida por médicos profesionales en lugar de diplomáticos, como lo era el organismo supranacional encargado de los temas de salud hasta entonces, la Office International d’Hygiène Publique. 

La Organización Mundial de la Salud solo sería creada en 1948, tras la fundación de la ONU.

Salud pública

El daño causado por la pandemia estimuló el avance de la salud pública, que fue impulsada como el desarrollo de la medicina social. 

En 1920, Rusia fue el primer país en instalar una red pública de salud. Otros países le siguieron los pasos.

“Muchos países crearon o renovaron los ministerios de salud en la década del 20”, señalo Laura Spinney

«Esto fue un resultado directo de la pandemia, durante la cual los líderes de salud pública habían quedado fuera de las reuniones del gabinete por completo o simplemente se habían tenido que dedicar a pedir fondos y poderes ejecutivos a otros departamentos», añadió. 

Hay estudios que apuntan a que la epidemia comenzó en EE.UU., otros apuntan a Francia en 1916 o en China y Vietnam en 1917.

Jennifer Cole, antropóloga de la Universidad Royal Holloway en Londres, anotó que la combinación de la pandemia y la guerra sembró las semillas de los estados de bienestar en muchas partes del mundo. 

«La provisión de bienestar por parte del Estado salió de este contexto, ya que tenía una gran cantidad de viudas, huérfanos y discapacitados», explica.

«Las pandemias parecen arrojar luz sobre la sociedad y las sociedades pueden emerger de ellas con un modelo más justo y equitativo», opinó Cole. 

Cuarentenas y aislamiento social

La historia del aislamiento social de comienzos del siglo XX es una historia de dos ciudades: en septiembre de 1918, distintas localidades de EE.UU. organizaron desfiles para promover los bonos de guerra, cuyas ventas ayudarían en la financiación del conflicto que aún no había terminado por completo. 

Dos de estas ciudades tomaron medidas diametralmente distintas respecto al desfile una vez se conocieron los primeros casos de la enfermedad. 

Mientras que Filadelfia decidió seguir adelante con el evento, San Luis optó por cancelarlo. 

El distanciamiento social demostró ser extremadamente importante en la pandemia de gripe de 1918. 

Un mes después, más de 10.000 personas habían muerto de gripe en la primera. Mientras que en San Luis, el número total se mantuvo por debajo de 700. 

La disparidad en las estadísticas se convirtió un caso de estudio que concluyó que la distancia social es una estrategia eficaz para frenar las epidemias. 

Un análisis de las intervenciones que se hicieron en varias ciudades durante 1918 mostró que aquellos municipios que habían prohibido reuniones masivas y habían cerrado teatros, escuelas e iglesias tuvieron un menor número de muertes. 

Además, un equipo de economistas de EE.UU. llegó a la conclusión de que las ciudades que tomaron las medidas más estrictas fueron las que luego tuvieron una recuperación económica más rápida. 

Pandemia olvidada

A pesar de sus lecciones, la gripe española fue en muchos sentidos una pandemia olvidada.

Fue eclipsada en la esfera pública por la I Guerra Mundial, en parte debido a que algunos gobiernos censuraron a los medios de sus países para evitar que informaran sobre sus efectos mientras duraba la guerra.

La crisis también está ausente en gran medida de los libros de historia y la cultura popular.

«Incluso en el año centenario de la pandemia (2018) no encontrarás monumentos conmemorativos de la gripe española y pocos cementerios que destaquen el sacrificio de médicos y enfermeras», escribió el historiador médico Mark Honigsbaum.

«Tampoco encontrarás muchas novelas, canciones u obras de arte del período que se refieran a la pandemia de 1918».

Una de las pocas excepciones es el «Autorretrato con gripe española», de Edward Munch, que el artista noruego pintó mientras padecía la enfermedad.

Honigsbaum también observó que la edición de 1924 de la Enciclopedia Británica ni siquiera mencionaba la pandemia en su revisión de los «años más agitados» del siglo XX y los primeros libros de historia que referenciaron la epidemia fueron publicados alrededor de 1968.

Covid-19 ciertamente ha traído aquella pandemia de regreso a la memoria de muchos.

El presidente brasileño Rodríguez Alves murió de gripe española.