La Multisectorial Paren de Fumigarnos de Santa Fe, junto a familias asentadas, organizaciones y movimientos sociales discuten temas de fumigación de pesticidas en el Foro Social Mundial en Porto Alegre y construyen una alianza para garantizar la producción de alimentos libres de veneno.

Los días 23 y 24 de enero del 2023 y en el marco del Foro Social Mundial 2023 realizado en la ciudad de Porto Alegre, un colectivo de organizaciones socioambientales del Brasil y Argentina realizaron una actividad autogestionada para debatir los impactos de los agrotóxicos en la salud y el ambiente, producto de las fumigaciones con agrotóxicos, en esta región del sur del continente.

Participaron un conjunto de organizaciones de los talleres realizados y nuestra Multisectorial Paren de Fumigarnos fue una de las convocantes, conjuntamente con el Movimiento de Ciencia Ciudadana, Red Nacional de Acción Ecologista (Renace – AR), Instituto de Salud Socioambiental da Universidad de Rosario (AR), Familias de PA Santa Rita de Cássia II e Integração Gaúcha, Rede Nacional de Advogados e Advogados Populares (RENAP), Movimento dos Trabalhadores e Trabalhadores Sem Terra (MST RS), Red Irerê para la Protección de la Ciencia, Instituto Gaúcho de Estudos Ambientais (InGá), Terra de Direitos, Amigos da Terra Brasil, Associação Brasileira de Agroecologia (ABA), Forum Gaúcho para Combatir los Impactos de los Plaguicidas, Campaña Permanente contra los Plaguicidas y Por la Vida, Asociación Gaucha para la Protección del Medio Ambiente Natural (AGAPAN), Comisiones de Producción Orgánica (CPORG), Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), Cooperativa Central de Asentamientos RS (COCEARGS), Instituto Preservar, Jornal Brasil de facto RS, Rede Soberanía y GT-Saúde/Abrasco.

La actividad estuvo dividida en dos reuniones, el 23 de enero, en el asentamiento del MST de Santa Rita de Cassia, a 20km de Porto Alegre tuvo un intercambio de informes y experiencias entre compañeros de Brasil y Argentina. Conocimos el Vivero Bourscheid, en el Asentamiento Santa Rita de Cássia II, en Nova Santa Rita, en la región Metropolitana de Porto Alegre (RS). El vivero es el único con certificado orgánico en Rio Grande do Sul.

El intercambio fue de experiencias forjadas por las desigualdades del capitalismo, que avanza con un modelo de producción primaria de alimentos de exportación (agronegocios) con alto impacto negativo en los biomas, responsable de daños irreversibles en los territorios además de numerosas violaciones de los derechos de estos y de los pueblos. Un modelo también marcado por una relación de dependencia económica del Sur Global en relación con el Norte, que se centra en la vida cotidiana de los pequeños productores rurales a través de la violencia, la destrucción de la biodiversidad, la contaminación, el envenenamiento, la falta de incentivos a través de políticas públicas, la desorganización de sus formas de producción y vida y la persecución política.

El día 24 de enero, la actividad se trasladó a la Asamblea Legislativa del estado de Rio Grande Do Sul, en Porto Alegre, donde se realizaba el Foro Social Mundial. Allí se desarrollaron los paneles con la participación de integrantes de las principales organizaciones del Brasil y de nuestra Multisectorial Paren de Fumigarnos, representada en este caso por Carlos Manessi, Flavia Zanutig de Mujeres rurales y campesinas de Hardy, en el norte provincial, Luis Martínez de Igualdad de Santo Tomé y el Dr. Gabriel Keppl del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la UNR.

Carlos Manessi, de la Multisectorial Paren de Fumigarnos (AR), explicó sobre la realidad argentina. «Las condiciones son las mismas, ahora tenemos en Argentina al Ceo de Syngenta, principal promotor de este modelo, como jefe de asesores del presidente Alberto Fernández. Manessi agregó que en Argentina se siembran aproximadamente 20 millones de ha de soja. «En nuestra provincia, de donde vengo, tenemos tres millones y medio de hectáreas sembradas con soja y esto corresponde al 70% de la tierra cultivada. Es mucho. Es monocultivo, demasiado monocultivo. Demasiado», dijo.

En su discurso, abordó los casos de inundaciones, sequías, contaminación de ríos y desmontajes resultantes del modelo de agronegocios, directamente relacionados con el uso de pesticidas y transgénicos. «Santa Fe perdió el 50% de la cosecha. Una laguna con 20km de peces muertos por la sequía. Estos son tremendos impactos que estamos sufriendo», dijo, trazando un paralelo con los impactos en la salud pública. «Los impactos en la salud son muy grandes y no podemos seguir permitiendo que nuestros vecinos sufran lo que sufren ahora. Así que nuestra idea en el Paren de Fumigarnos y este colectivo de organizaciones es, para empezar, garantizar mil metros libres de fumigación… Ya no podemos permitirnos todo esto. Ustedes en Brasil, nosotros en Argentina, y también paraguayos, uruguayos y bolivianos».

Manessi también reflexionó sobre la importancia de este intercambio de información entre organizaciones y movimientos de lucha, incluso como una acción estratégica para frenar la emergencia climática: «Somos parte del medio ambiente, la cadena del sistema agroindustrial representa casi la mitad de los gases de efecto invernadero globales. El cambio climático que presenciamos y sufrimos está fuertemente influenciado por este modelo de producción agroindustrial. Este sistema de producción agraria con toda la cadena de valor produce más del 50% de los gases de efecto invernadero que nos llevan al cambio climático».

Adalberto Martins, de la dirección nacional del MST, mostró que Brasil es el mayor consumidor de agrotóxicos, señalando que una gran proporción de los pesticidas consumidos aquí están prohibidos en sus países de origen. «En Brasil, en nuestros cultivos temporales que deberían ser la producción de alimentos sanos, se destinan a tres cultivos: soja, maíz y caña de azúcar. Estamos hablando de unos 40 millones de hectáreas de soja, otros 22 millones de maíz, nueve millones de caña de azúcar. Esto implica para nosotros una inmensa concentración de riqueza, una inmensa concentración de tierra, una inmensa concentración de insumos, y en este caso los pesticidas saltan a la vista en el caso brasileño. Somos el mayor consumidor mundial de veneno», anunció.

Leonardo Melgarejo, del Movimiento de Ciencia Ciudadana, explicó la importancia de esta actividad multiinstitucional que involucró a activistas que luchan contra los pesticidas en América Latina.  «Discutimos un hecho básico, tenemos enfermedades que son iguales, que afectan a familias de todos los países latinoamericanos, que son causadas por pesticidas que son comercializados por corporaciones internacionales en nuestros países que son iguales. Necesitamos establecer una forma de defensa conjunta para actuar de la misma manera y no de forma aislada, para actuar juntos contra este problema que se asocia con los avances en los cultivos transgénicos, cultivos tolerantes a pesticidas genéticamente modificados que están inundando nuestros territorios».