UNA HISTORIA CON DOS ROSTROS

Cuando un investigador busca algo sobre la realidad de un suceso es como buscar un tesoro o parte de él para completar un rompecabezas donde las piezas se van  encastrando de acuerdo a lo que uno quiere llegar.

Toda esta introducción en este nuevo capítulo mis queridos lectores, es parte una historia de cómo el Tercer Reich y A.H.  fueron parte de un juego manipulador de una organización que viene de las zonas más  oscuras dentro de las fuerzas militares prusianas o germanas, quiero decir, aunque Röhm como Otto  Shorzeny que ya lo había mencionado en EL MISTERIO NAZIS DEL HOTEL EDEN Y EL CUARTO REICH, fueron los peones sobre un tablero de poder donde lo material se pasó a los inmaterial, es decir,  que dentro de los industriales, empresario, banqueros y otros poderes extraños hicieron  un movimiento que se llamó Nacional Socialista  pero en el fondo era una Secta Satánica donde prevalecían magos, videntes, drogas y otros elementos de un mundo oscuro como las películas esotéricas de Netflix donde los ambientes son tenebrosos y por eso el nazismo de alimento de esos elementos del infierno, no hace mucho tiempo en una librería de Rosario vi un libro que me llamo la atención por la portada se  llama LOS NAZIS Y LA MAGIA esto me sorprendió y comprendí que algo mas allá de lo entendible fue que el MOVIMIENTO NACIONAL SOCIALISTA solamente era una fachada pero en realidad era el mismo mal de fuerzas oscuras y siniestras.

   Esto que puse como una introducción es solamente una parte de lo que voy a  comentar del EL HOMBRE DEL UNIFORME PARDO, es decir, sobre Ernst Röhm y amigo  víctima de A.H. donde muestra que el NAZISMO fue un producto mucho más elaborado de lo que uno presupone y se originó en los Altos Mandos del Ejército Teutónico que pertenecían a una Secta  o Sociedad Secreta como fue el  origen en la Argentina de los años cuarenta del Movimiento Peronista antes de Perón el comienzo fue en las Fuerza Armadas  más precisamente en el Ejercito Nacionalista de los años 30 y 40 me refiero a la sociedad secreta  conocida como el GOU.

Para entender el porqué  de una historia con dos rostros  se une en una línea directa con dos figuras una es Röhm y el otro Shorzeny, espero mis lectores que este capítulo vaya abriendo el ingreso de un mundo de demonios  y como calificó al siglo XX Eric Hobsbawn lo llamo el SIGLO DE LA VIOLENCIA                              

EL AMANTE PACEÑO DE RÖHM

Relata Waldo Alvares, un líder del sindicato de trabajadores gráficos, que el benjamín de su grupo de amigos era un muchacho llamado Alberto Llanque, que prestaba servicio militar en un cuartel de La Paz. Empezó a llamar la atención del grupo que el joven Llanque, ni bien ingreso al cuartel, empezó a gozar en su regimiento de grandes exenciones. Al cabo de solo un mes de servicio militar alcanzó el grado de sargento. Más aun, nunca faltaba a una fiesta u otros eventos sociales .siempre asistía de uniforme-, ya fuese en día regular o fin de semana, y no era extraño que parrandeara hasta la una o dos de la madrugada, sin restricción alguna, tras lo cual se dirigía a su cuartel, donde bastaba  con enunciar su apellido en voz alta para que le abriesen las puertas sin el menor tramite. Cierto día el grupo de amigotes tenía planeado celebrar una victoria deportiva del sindicato de El Diario “con una parrillada seguida de baile, a la cual se había invitado a muchas señoritas”. Álvarez, el autor del relato, se dirigía al punto de encuentro, y al pasar por la puerta del cuartel se encontró con Llanque, que cumplía con su turno como sargento de guardia. Llanque le explico que no podía ir a la fiesta a no ser que Álvarez se animase a pedir permiso al comandante del regimiento, teniente coronel Ernst Röhm. El sindicalista acepto, ingreso al cuartel, intercedió por el sargento Llanque y Röhm otorgo sin reparo alguno el permiso.

Semejantes privilegios causaban la curiosidad de los amigos de Llanque. Este les explicaba que, primero, era el más disciplinado; segundo, que sobresalía en los ejercicios físicos; y tercero, y no menos importante, que hacía las veces de secretario de la Comandancia.

Con el tiempo, sin embargo, los soldados filtraron a los amigos de Llanque que algunas noches el teniente coronel Röhm invitaba al sargento a su habitación y que ese era el motivo de tanto favoritismo.

LA ESTRELLA DE SEIS PUNTAS

Un detalle interesante: como consecuencia de su estadía en Bolivia, Röhm habría de utilizar la insignia del Ejército boliviano –una estrella de seis puntas rodeada por una corona de laureles- en el cuello de su uniforme de Stabschef de la SA hasta el día de su muerte. Las fotografías de Röhm como jefe de la SA se pueden identificar fácilmente en antes y después de Bolivia por la presencia o ausencia de este símbolo. Así , el símbolo del Ejercito de Bolivia se convertiría en el distintivo del grado de Stabschef de la SA.

                 CARIÑO POR BOLIVIA

Consecuentemente con su cariño por el país al que sentía como su “segunda patria”, de regreso en Berlín, Röhm se ocupó de cultivar sus relaciones bolivianas. Louis P. Lochner, corresponsal de la Associated Press en la capital del Reich en aquellos años recuerda “una charla que sostuve en 190 con Ernst Röhm, el único hombre de la jerarquía nazi que se tuteaba con Hitler. Lo trajo a mi despacho un diplomático boliviano, Federico Nielsen Reyes, quien entendía que ya era hora de un representante de la Associated Press conociera personalmente a los dirigentes del futuro régimen alemán. Röhm, a su vez, me presento a Hitler unos meses después. El efecto, Röhm visitaba ocasionalmente la Legación de Bolivia en Berlín y la casa de su secretario, Federico Nielsen Reyes, con quien hizo amistad. “Röhm amaba extraordinariamente a Bolivia”, refiere el diplomático boliviano. “Solía venir alguna vez a mi casa y tocaba en el piano el himno nacional boliviano, que conocía de memoria. Era un hombre culto, muy inteligente y leal a Hitler hasta donde yo estaba en situación de saber”.

Röhm mantuvo sus lazos estrechos con Bolivia a través de la misión en Berlín. En la  edición revisada de su autobiografía, publicada en 1933, Röhm anoto que permaneció como oficial en servicio activo en licencia prolongada, del Ejército boliviano, en Alemania. Röhm mantuvo sus opciones bolivianas abiertas hasta el último momento. En 1931 y 1932 explico detalladamente a la legación boliviana que no podía regresar a Bolivia. Parece que hubo un intento frustrado, en febrero de 1932, de llamarlo por parte del Jefe del Estado Mayor, su amigo Filiberto Osorio.     

Confesiones de un nazi en Bolivia

Una investigación reconstruye el paso del militar alemán Ernst Röhm por el país andino a través de sus cartas. 

Nací el 28 de noviembre de 1887, a la una de la madrugada en Múnich. Me imaginaba ser homosexual, aunque sólo lo ‘descubrí’ de verdad en 1924. Hasta entonces tuve algunas experiencias, en sentimientos y actos, que incluso se remontan a mi infancia”. La carta, fechada en La Paz, el 25 de febrero de 1929 está firmada por Ernst Röhm, el fundador de las SA –las secciones de asalto del partido nacional-socialista alemán– y el destinatario es Karl-Günther Heimsoth, un médico y político nazi –también homosexual– a quien le solicitaba la elaboración de una carta astral.

Aunque se sabe que Röhm estuvo en Bolivia entre 1929 y 1930, se trata generalmente de un paréntesis poco estudiado cuya historia fue investigada por el periodista boliviano Robert Brockmann en el libro El general y sus presidentes: Vida y tiempos de Hans Kundt, Ernst Röhm y siete presidentes de Bolivia, 1911-1939 (Plural Editores).

Kundt fue un alemán que dirigió durante varios años el ejército boliviano y quedó registrado en las páginas del diario La Nación de Buenos Aires cuando un corresponsal se lo encontró en las trincheras de Galitzia en la Primera Guerra Mundial y el alemán sólo quiso hablarle sobre Bolivia, en plena batalla. La estadía boliviana de Röhm no fue tan larga como la de Kundt pero dejaría profundas huellas en su vida. De hecho, siguió usando las insignias bolivianas sobre su uniforme nazi.

   Entre fines del siglo XIX y 1940, muchos militares alemanes eran contratados por países latinoamericanos y asiáticos para profesionalizar sus ejércitos. Röhm ya tenía una intensa historia en el nazismo al llegar a Bolivia. Había sido uno de los organizadores de los Freikorps, una milicia protofascista durante la República de Weimar, participó del putsch de Múnich de 1923 y lideró las temidas SA conocidas como Camisas pardas.

   Llegó a La Paz desilusionado por los desencuentros con Hitler, y se incorporó como teniente coronel del Ejército boliviano y jefe de Sección III (Operaciones) del Estado Mayor. Aunque se adaptó a la vida local, su mayor padecimiento estuvo relacionado con sus dificultades para entablar relaciones homosexuales en una ciudad pequeña y conservadora, y parte de su catarsis la dejó escrita en al menos cuatro cartas despachadas hacia Alemania desde los Andes.

UNA INFORMACION DEL ORIGEN COLABORACIONISMO ARGENTINO CON ALEMANIA

Esta mail es un contacto muy importante donde un colega investigador sobre el nazismo y su penetración en Argentina como así también en otras regiones de América Latina sirvió para implementar la manipulación de como Alemania desde la época del Canciller de Hierro Von Bismarck, Argentina fue la receptora del colaboracionismo con Alemania en armas, dinero y otros negocios  que germinarían a través de las décadas y como mi estimado colega  me comento que el origen de  dicha penetración  alemana venia desde  antes de los años 30 del siglo pasado. He aquí un mail donde ese investigador expresa con su aporte dicho tema.

Estimado Marcelo, la colaboración entre Alemania y Argentina comienza mucho antes que los años 30, por la siguiente razón:

 «Luego de la guerra contra Napoleón III por Alsacia y Lorena, quedó en evidencia que los fusiles de mejor calidad eran los «nuevos modelos alemanes», como hoy se suele decir, eran armas «probadas en combate», nuestro país con los años quiso mejorar su ejército y eligió la tecnología alemana, por varias razones, en el paquete, los alemanes incluían a los fusiles Máuser ( aquí denominados 1909 en realidad eran modelo 1898) y cañones Krupp y en forma muy inteligente los alemanes agregaron dos cosas que el resto de los competidores no podían ofrecer, oficialidad alemana como profesores (también probados en combate) y la posibilidad de adquirir las máquinas herramientas para fabricar el fusil en Argentina bajo licencia….. De hecho, este fusil aún es muy buscado por la calidad del maquinado y materiales con que fue confeccionado.

Todo lo anterior trajo aparejado una penetración político/militar, en temas tan importantes, como por ejemplo la cartografía.                                

Antes de 1914 los instructores alemanes habían entrenado ya 5 camadas  de oficiales del ejército Argentino. Si Usted observa al nazismo como un peldaño más que subió Alemania para obtener sus objetivos estratégicos durante el siglo anterior y no como un accidente histórico, notará que el propio Ejército Alemán (por intermedio de von Epp)  fue el que le compra su primera imprenta al «Partido de los Trabajadores» planificado, para que se convierta en un «movimiento de masas» y no un Partido (esto fue hasta 1934). Esto implica que muchas ideas que hoy consideramos nazis ya eran ideas arraigadas en la oficialidad alemana y por ende, pasadas a sus alumnos argentinos. También implica las grandes lagunas que hay en ciertos años de la vida de A. Hitler y de sus primeros años en el Partido. Al cual, es muy posible que se le ordenara infiltrar para convertirlo en un movimiento de masas que lograra una Alemania más unida.»