Por Sergio Rinaldi (Periodista Ambiental) 

Coordinador General del «Taller de Comunicación Ambiental» (Rosario).- (Especial para El Vecino)

Se cumplieron dos años desde que se prohibieron por ordenanza en Rosario el uso de bolsas descartables de plástico. Lo que parecía imposible se logró. Más 10 años de discusión en el Concejo Municipal y finalmente la meridiana capacidad de trabajo de las organizaciones ecologistas lo logró. En este número de «El Vecino» compartimos la nota de prensa del «Taller Ecologista». También en esta edición difundimos y acompañamos con nuestra firma el repudio a la decisión del gobierno de la ciudad de Buenos Aires de volver a incinerar basura.

Muchísimas organizaciones sociales y ambientales han manifestado por estos días su rechazo a la modificación a la Ley de Basura Cero enviada por el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que busca habilitar la incineración, prohibida por la ley vigente. Aprobar la incineración de basura en Buenos Aires habilitaría antecedentes peligrosos en nuestra ciudad de Rosario. Asesores de los ediles de Cambiemos simpatizan con esta peligrosa ida. Por último compartimos la declaración de repudio de la «Renace» (Red Nacional de Acción Ecologista) ante la descalificativa y peligrosa aseveración del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Sr. Lino Barañao, expresada en la Asamblea del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología de la Nación, realizada el 10 de abril en la legislatura de la ciudad de Tucumán.

CHAU PLÁSTICOS. DOS AÑOS SIN BOLSAS EN ROSARIO

Pasaron dos años desde que los supermercados de la ciudad dejaron de entregar bolsas descartables de plástico. Un paso histórico que llevó casi 10 años de discusiones y puja de intereses. Tal medida implicó un significativo cambio cultural y ambiental: “Este es un paso fundamental en el camino de la reducción del uso de masivo de elementos descartables de plástico y en empezar a cambiar nuestros hábitos de consumo. Se estima que en estos dos años dejaron de entregarse 100 millones de bolsitas, lo cual se puede traducir en menores impactos ambientales, menor consumo de energía y de recursos”, señalaron desde Taller Ecologista.

El 1° de abril de 2016 los supermercados y autoservicios de Rosario dejaron de entregar bolsas descartables. “La medida tuvo muy buena recepción en la ciudadanía y posteriormente otras ciudades emprendieron medidas similares, tal como la ciudad de Buenos Aires. Por entonces, en Rosario se inició un camino irreversible”, destacaron desde Taller Ecologista.

Las bolsas son un ejemplo paradigmático de la cultura del “úselo y tírelo”, de modos de producción y consumo de artículos que son diseñados para terminar inmediatamente en la basura, y que perpetúan el derroche de energía y materiales. La organización socioambiental trabajó durante casi 10 años para hacer efectivo este significativo avance que implica menor generación de residuos y de impactos ambientales.

“Se estima que en estos dos años dejaron de entregarse 100 millones de bolsitas. Este paso histórico se inscribe en el conjunto de acciones políticas que consideramos se deben impulsar en el marco de la ordenanza de Basura Cero, que busca reducir la cantidad de residuos enviados diariamente al relleno sanitario de Ricardone”, señalaron.

Además de las bolsas de plástico como elementos claves de la cultura del descarte, hay muchos artículos que consumimos de manera masiva y creciente, e implican una generación de residuos evitable, como el agua embotellada, las bebidas en envases descartables, vasos y vajilla descartable, etc. “Creemos que es indispensable repensar individual y colectivamente estos hábitos, teniendo como horizonte un cambio cultural. Es preciso darnos estrategias sobre cómo implementar otras prácticas de producción y consumo, evitando estos productos, con su secuela de acumulación de residuos, de visible incremento en el deterioro ambiental”, precisaron.

¿Cuánto de lo que comprás termina en la basura?

En el marco de esta lucha, Taller Ecologista diseñó bolsas de tela reutilizables que fueron confeccionadas por emprendedores/as nucleados en la cooperativa Mercado Solidario y en el Centro Ecuménico Poriajhú, dentro de las redes de productores que trabajan en la construcción de otra economía, basada en intercambios justos, en la sustentabilidad y la equidad. En la bolsa puede leerse: “¿Cuánto de lo que comprás termina en la basura?”, mensaje a través del cual precisamente buscan poner en cuestión la cultura de consumo y las lógicas irracionales de inmediatez con las que socialmente se desecha mucho de lo que se consume.

Proyectos en camino

Dentro del trabajo articulado para la reducción de residuos, desde la organización dieron a conocer dos iniciativas en las que vienen trabajando. La primera está vinculada a la eliminación de artículos descartables en el Concejo Municipal. A fines de 2017, junto a otras 12 organizaciones de la ciudad, presentaron un proyecto de resolución para que la institución deje de utilizar artículos tales como vajilla, vasos y envases descartables en sus actividades, reemplazándolos por elementos reutilizables. Hoy el proyecto está en manos de la Presidencia del Concejo, que debe definir su aprobación.

La segunda es una campaña para la reutilización de frascos y botellas de vidrio, llevada adelante junto a la cooperativa Mercado Solidario. La propuesta (próxima a lanzarse), apunta a que el consumidor devuelva los frascos y botellas de vidrio para su reutilización, obteniendo un beneficio económico por ello. Como dato relevante indicaron que actualmente la ciudad desperdicia –desechándolos en el relleno de Ricardone- alrededor de 24.000 kilos de vidrio por día. A su vez destacaron que la presente iniciativa es abierta y factible de incorporar a otros productores comprometidos con la salud socioambiental.

“Por todo esto, creemos que este segundo aniversario es propicio para profundizar en los debates y políticas al respecto, poniendo énfasis en los plásticos, que hoy en día son objeto de preocupación global. Alrededor de 8 millones de toneladas de materiales plásticos terminan en los océanos cada año, y dejar de usar bolsas descartables es un paso para empezar a cuestionarnos patrones insustentables de consumo que hoy amenazan la vida sobre el planeta”, subrayaron.

ORGANIZACIONES RECHAZAN LA MODIFICACIÓN A LA LEY DE BASURA CERO QUE HABILITA LA INCINERACIÓN

 

En la Ciudad de Buenos Aires, organizaciones sociales y ambientales manifestaron su rechazo a la modificación a la Ley de Basura Cero enviada hoy por el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que busca habilitar la incineración, prohibida por la ley vigente.

“Las organizaciones y personas abajo firmantes manifestamos nuestro rechazo a la habilitación de la incineración de residuos –también llamada bajo el eufemismo “valorización energética de residuos”- para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos de la Ciudad de Buenos Aires”, manifestaron en un comunicado.

La ley N°1854, conocida como “Ley de Basura Cero”, fija metas progresivas de reducción de la disposición final de residuos sólidos urbanos y prohíbe la combustión de los residuos de la ciudad, tanto dentro como fuera de su jurisdicción, al menos hasta que se alcance la meta de reducción del 75%. Dicho precepto tiene un fundamento válido y aún vigente: garantizar que la reducción de la disposición final se lleve a cabo desarrollando y fortaleciendo la separación en origen, la reutilización, el reciclaje, el compostaje y demás medidas de recuperación previstas por la ley. Siguiendo el principio orientador de la norma, la reducción de la disposición final no puede realizarse de cualquier manera, sino creando y fortaleciendo circuitos de recuperación con inclusión social. Tal es el espíritu de la Ley de Basura Cero.

“La prohibición a incinerar”, dicen las agrupaciones, “garantiza que los recursos destinados al manejo de residuos se inviertan precisamente en los circuitos de recuperación, y no en tecnologías que permitirían reducir las toneladas dispuestas más rápidamente, pero por un camino equivocado y contrario a la jerarquía de manejo de residuos”.

De acuerdo con los cómputos de CEAMSE, en 2017 la ciudad dispuso 1.101.202 toneladas de RSU en el relleno sanitario (sin contar generadores privados). Esto es sólo un 26% de reducción, incumpliendo aún la primera meta de la ley, prevista para 2010. “Ante este escenario, sostenemos que no se deben abandonar las metas, sino por el contrario, mejorar las políticas públicas para cumplir con la ley, dentro de la ley”, declararon.

Y concluyeron: “Rechazamos cualquier intento de habilitar la incineración y allanar su camino por otros medios, como cambiar la línea de base, las metas de reducción, u otras. Exigimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a invertir recursos en políticas públicas sostenidas en el tiempo, coherentes con los objetivos de la ley, para reducir la generación de residuos evitables, mejorar la separación de residuos en origen y la recolección diferenciada, fortalecer el trabajo de las cooperativas de recuperadores urbanos y fomentar la industria del reciclado, desarrollar la infraestructura y las políticas necesarias para recuperar los residuos orgánicos de la ciudad y lograr así reducir genuinamente la disposición final de residuos”.

Firman:

Coalición Ciudadana Anti-Incineración – Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) – Cooperativa El Ceibo – Cooperativa El Álamo – Fundación AVINA – Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) – Greenpeace – Red Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir  – Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos – Cooperativa El Amanecer de los Cartoneros – Asociación Ambientalista Los Talares – Conexión Reciclado – Alianza Global por Alternativas a la Incineración (GAIA) – Cooperativa Trabajo y Dignidad –  Consejo de Organizaciones Sociales de la Defensoría del Pueblo CABA – Barrios de Pie – Salud Sin Daño – ARCA ONG – Junta Interna MAyEP ATE Capital – Área Ambiental, ATE Consejo Directivo Capital Federal – Cooperativa Recuperadores Urbanos del Oeste – Cooperativa Las Madreselvas – Cooperativa Cartonera del Sur – Fundación Ecologista Verde – María José Lubertino Diputada Nacional  mc – Laura González Velasco, Directora de Proyectos del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires – Victoria Donda, Diputada Nacional – Pablo Bergel, legislador (m.c.) – Juan Manuel Velasco – Horacio Rivero – Alejandra Reich, Coordinadora del Programa UBA Verde y Coordinadora de la Red UAGAIS (Universidades Argentinas para la Gestión Ambiental y la Inclusión Social) – Marcos Neumann – Roberto Baigorria, titular del Consejo de Organizaciones Sociales de la Defensoría del Pueblo CABA.

REPUDIO A LOS DICHOS DEL SR. MINISTRO LINO BARAÑAO

RENACE repudia la aseveración del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, expresada en la Asamblea del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología de la Nación, el 10 de abril pasado en la legislatura de la ciudad en Tucumán.

RENACE y todos los colectivos y organizaciones hermanas nos sentimos profundamente ofendidos por esta insultante expresión impropia de un ministro de la Nación Argentina, que desmerece e injuria décadas de denodado y desinteresado trabajo para el bien común. Y para su conocimiento, Sr Ministro, en nuestras organizaciones hay innumerables profesionales que integran el sistema científico nacional, y aportan desde sus laboratorios,  cátedras, e institutos de investigación, los fundamentos con los cuales denunciamos este modelo depredador.

Estimamos que es pertinente una disculpa pública de su parte.

Dichos de Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina:

“LA DIFERENCIA ENTRE UN ECÓLOGO Y UN ECOLOGISTA ES LA MISMA DIFERENCIA QUE HAY ENTRE UN ENÓLOGO Y UN BORRACHO”.

SERGIO RINALDI

TALLER DE COMUNICACIÓN AMBIENTAL

tallerdecomunicacionambiental@gmail.com